Redacción Judicial
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La sede de Alianza País lucía ayer igual que en tiempos de campaña. Afiches del movimiento con fotos de la campaña presidencial de Rafael Correa adornaban el lugar.
Un numeroso grupo de simpatizantes llegó hasta la sede, ubicada en la av. De los Shyris, para gritar consignas a favor del ex ministro de Seguridad Interna y Externa, Gustavo Larrea.
Él fue parte del Gobierno hasta inicios de año, cuando dejó el Ministerio de Seguridad para postularse como aspirante a la Asamblea. Entonces, el buró político le negó la candidatura, lo cual coincidió con el enjuiciamiento de Ignacio Chauvín, ex subsecretario de Gobierno, por el caso Ostaiza.
Ayer, Larrea convocó a una rueda de prensa para desvirtuar las acusaciones del supuesto diario del ex líder de las FARC, Raúl
Reyes. Se declaró “perseguido por el Gobierno de Colombia”.
Aunque no explicó a profundidad las acusaciones que aparecen en el supuesto texto de Reyes. Se limitó a decir que “es un documento apócrifo que no tiene ninguna credibilidad”.
En el presunto diario se dice: “El ministro Larrea insiste en nuevas reuniones, si voy es por pura y dura responsabilidad pero no porque me haya convencido que esto vaya en muy serio”.
El jueves, los ministros de Seguridad, Miguel Carvajal, y de Defensa, Javier Ponce, afirmaron que se realizó una prueba grafológica al supuesto diario y que se determinó que “existían altas probabilidades de que sea un documento real. Aunque la palabra final será de la Fiscalía”.
Pero Larrea intentó minimizar este análisis. Aunque su reacción fue inesperada. Se exaltó cuando un periodista le increpó sobre el estudio referido por los ministros de País. “Sí le voy a responder. Déjeme hablar. No me alce la voz”, exclamó molesto.
Luego se limitó a decir: “La opinión de los ministros es respetable, pero no la comparto”.
Aceptó una pregunta más y terminó la rueda de prensa sin explicar si conocía del campamento de Angostura, como se escribe en el supuesto diario de Reyes: “Por mucho que insista Nacho Chauvín, como correo de Larrea, no le veo conveniente permanecer en el campamento de Angostura, que ocupé a insistencia del coronel (Jorge) Brito; sé que Larrea está detrás de todo esto”.
Acto seguido, los simpatizantes de Larrea retomaron las consignas a favor del ex funcionario y en contra de la prensa. Un periodista de Ecuavisa fue insultado y otro de GamaTV, estación en manos del Estado, fue agredido físicamente. Incluso, el asesor de prensa de Larrea, Edmundo Carrera, gritó al reportero de GamaTV. “Carajo, nadie te ha agredido, pendejo”, gritó furibundo.
Pero al percatarse de que una cámara de televisión los filmaba, Carrera ofreció disculpas.
No obstante hubo simpatizantes que seguían molestos. Una mujer gritaba a los periodistas con palabras obscenas, mientras Larrea trataba de salir de la sede de País, escoltado por guardaespaldas y ex asambleístas.
Según Larrea, las relaciones con el Gobierno están intactas, pero descartó volver a las filas del Régimen. “El presidente Correa me ofreció un puesto en un Ministerio pero yo no he aceptado. Yo seguiré trabajando por el país y no me interesa ningún cargo en el Gobierno”, aseguró, tres días después de que el Gobierno divulgara el supuesto diario de Reyes.
Ayer en la mañana, Larrea se encontró con Correa en la posesión de Gustavo Baroja como Prefecto. Pero su actitud hacia el Jefe de Estado fue distante. Cuando Correa terminó su discurso, salió de la sala y extendió la mano a Larrea; él permaneció frío, giró la cabeza y apenas respondió.
En meses pasados, el Presidente señaló que si Larrea conocía del campamento de Angostura sería un acto de traición a la patria y pidió que se investigue el hecho.
Ayer, la Fiscalía inició una indagación previa para investigar el contenido de los supuestos manuscritos de Reyes.
El Ministerio Público receptará la versión de Larrea; del ex subsecretario de Gobierno, Ignacio Chauvín; del coronel retirado de las FF.AA., Jorge Brito, y del ministro de Gobierno, Gustavo Jalkh.
Asimismo, anunció que solicitará al Jefe de Inteligencia de las FF.AA. los originales de los presuntos cuadernos de Reyes encontrados en Angostura.