Rodney Martínez, director Internacional del Ciifen. Foto: Enrique Pesantes/ EL COMERCIO.
Entrevista a Rodney Martínez, director Internacional del Ciifen, sobre la situación del fenómeno El Niño.
¿Cuál es la situación actual del fenómeno El Niño en el Ecuador?
El Niño está presente en el Pacífico Tropical desde hace aproximadamente tres meses y su intensidad sigue en aumento. El fenómeno está ya influyendo en el clima regional en distintas formas y con diversa magnitud. El Niño podría alcanzar intensidad fuerte a finales del 2015 y extender su permanencia en los primeros meses del 2016. No se descarta que pueda escalar su intensidad a una magnitud como la del 97-98.
¿Se podría hablar de una situación preocupante?
El mensaje en este momento ya es preocupante. Tenemos un Niño fuerte, muy distinto a lo vivido estos 18 años con eventos débiles, moderados, que en el caso de Ecuador fueron prácticamente imperceptibles. Estamos hablando de un Niño fuerte que se proyectará hasta el próximo año.
¿Cuáles son las condiciones para determinar que El Niño no es una posibilidad sino una realidad?
Desde hace tres meses el Pacífico Tropical se mantiene con un calentamiento de 2 a 3 grados centígrados, y en el Pacífico Central ya ha comprometido también a la atmósfera lo cual se manifiesta en la reducción de los vientos. Al debilitarse el viento, el mar se calienta más. En el consenso científico internacional, hace meses ya no se discute si tenemos o no El Niño, sino la intensidad que va a llegar a tener y hasta cuándo va a durar. Tenemos un evento de magnitud fuerte.
¿Cómo se determina eso?
Estas perturbaciones en el Pacífico tienen efectos diferentes dependiendo la época. Hay gente que dice “Ecuador está frío, no siento nada”. El Niño no es ecuatoriano ni peruano. No porque en estos momentos no llueva en Ecuador no significa que no hay el fenómeno. Los efectos son planetarios. En este momento afecta severamente al norte de Brasil y al Caribe que experimentan sequía. Semanas atrás generó lluvias torrenciales en Chile, Paraguay, Argentina. En Ecuador y el norte de Perú está enmascarado por lo que se denomina ciclo estacional; es decir, existe el predominio de la corriente de Humboldt con un ambiente frío, vientos fuertes y temperatura baja. Eso es localizado y temporal.
¿Las condiciones de temperatura superficial del mar son las mismas en las profundidades?
Una imagen del 18 de agosto nos reportó anomalía de hasta 6 grados entre los 100 y 150 metros de profundidad. Esto ya nos pasó en 1997…
¿Qué ocurrió entonces?
Tengo experiencia de ese año, cuando estaba en el Inocar, de decirles a las autoridades que El Niño estaba aquí pero alguien salió a dar declaraciones ante los pescadores y decir no viene nada. Ese fue el pretexto para que las autoridades dijeran que no llovía y ahí se paralizó todo. No hay que confundir a la ciudadanía. Lo que está pasando frente a Ecuador es temporal. El momento en el que Humboldt se retire, y deje de ser la barrera que está jugando a favor nuestro, vendrá toda la influencia de El Niño. Tendría su máximo desarrollo entre noviembre del 2015 y enero del 2016.
¿Qué información procesan para los análisis?
Nos basamos en modelos como el Centro Europeo, el de la NOAA (National Oceanic and Atmospheric Administration), de los más poderosos del mundo. Lo que comento es el resultado del análisis de todo el equipo del Ciifen en interconsulta con esos centros. Los modelos coinciden en que esas anomalías en Sudamérica son de 3 a 4 grados y que la máxima fuerza esperada la tendríamos entre noviembre y enero; y que a mayo del 2016, tendríamos todavía anomalías entre 1 y 2 grados. De por sí este Niño, en este momento, es uno de los cuatro eventos más fuertes desde 1950.
¿Los síntomas de El Niño 97-98 qué tanto se parecen a las actuales condiciones?
Tenemos un comparativo de julio de 1997 y de julio del 2015 (ver gráfico). En el caso de ahora tenemos una gran presencia de agua caliente en el hemisferio norte que también juega un rol importante. Y cuando comparamos bajo la superficie del mar, esto es 0 a 400 metros, en el 97 llegamos a tener anomalías de hasta 7,5 grados. En julio del 2015 llegamos a tener una masa no tan intensa pero que en su núcleo llega a 6,5 grados. Son similitudes grandes pero ningún Niño es igual a otro.
¿Será igual de intenso?
Es un hecho, es decir no es ninguna especulación ni proyección, que este Niño que estamos viendo ya es el más intenso después de 1997. En otras palabras, los últimos 18 años no hemos tenido un evento de la magnitud que se está presentando ahora.
¿Qué hacer en el país?
Es hora de implementar una campaña de sensibilización hacia la gente enfocada a El Niño. Lo último que podemos incurrir es en los problemas del 97. Entonces tuvimos una muy buena predicción seis meses antes, pero el mensaje pasó y cuando ya teníamos la lluvia encima no se había preparado ni planificado nada. Esto requiere de muchísima planificación.
En contexto
¿Quién es Rodney Martínez?
Oceanógrafo guayaquileño. Fue jefe del Departamento de Ciencias del Mar del Inocar (1997 y 2003). Desde el 2004 está en el Centro para la Investigación del Fenómeno de El Niño (Ciifen). Hoy es su director internacional.
Su punto de vista
El mensaje clave para las autoridades es no subestimar a El Niño. Por el contrario, hay que sacarle el mejor provecho.