La Corporación Financiera Nacional (CFN) y el Ministerio de Economía empiezan a beneficiarse de la venta de las acciones de las empresas incautadas a los hermanos Isaías, en julio del 2008.
Ahora se deshacen de los Certificados de Pasivos Garantizados (CPG) que reposaban en sus cuentas y que no tenían ningún valor monetario. A cambio, reciben dinero que puede ser utilizado para, a su vez, entregar nuevos créditos y para reducir el costo de la crisis bancaria de 1999.
Hace un año, las dos entidades públicas tenían registrados USD 340 millones en estos papeles, pero con la venta de las empresas Servientrega, TV Cable, Hotel Ramada, Automotores Continental, Producargo y ahora el ingenio Ecudos se redujo a menos de USD 90 millones. Las empresas estaban administradas por el Fideicomiso No Más Impunidad.
La estrategia que se utilizó para transar los papeles es que los interesados que deseaban comprar las empresas debían, sí o sí, adquirirlos. Por esa razón, todos los interesados en comprar las acciones de las empresas incautadas acudieron a la CFN a comprar a crédito esos papeles, para utilizarlos dentro de la transacción.
Es decir, si necesitaban USD 10 millones para comprar las acciones de Producargo, por ejemplo, debían comprar USD 10 millones en CPG a esa entidad estatal.
En estas operaciones no existen descuentos y la CFN los vende al 100% del valor de los certificados, con un financiamiento de 15 años plazo y 5% de interés anual. En el caso de Ecudos, la venta de las acciones fue de USD 133,8 millones, de los cuales el 90% se financió con los CPG.
Camilo Samán, presidente de la CFN, explicó que la entidad no dio ninguna cantidad de dólares en efectivo sino todo fue en papeles. “Lo que se hizo fue vender esos certificados a plazo y con un interés. Quien compró esos papeles no se benefició de ningún descuento. Luego, ese comprador los entregó al Fideicomiso a cambio de las acciones de las empresas”.
Según Samán, con esa operación financiera se recupera la liquidez de la Corporación, ya que se van a titularizar esas obligaciones para tener recursos más rápido. “Los pagos se hacen en dinero cada seis meses y el plazo es de 15 años. Con la titularización tendremos el dinero más rápido”.
Además, dijo que si no se vendía el ingenio en la segunda subasta la empresa habría pasado a manos del Estado. “Pero el Estados no está diseñado para manejar el ingenio. Había que darle a los empresarios para que lo pongan en condiciones óptimas. La CFN calificó a seis interesados, solo uno presentó su oferta y se adjudicó”.
Samán explicó que uno de los requisitos que se impuso para vender las empresas en subasta es que no haya vinculación con los ex accionistas. “Cuando se incauto los bienes de los hermanos Isaías quisieron cancelar USD 240 millones por el ingenio. Esperaron la subasta para pagar, pero no tuvieron la voluntad de pagar antes o abonar la deuda”.
Pero para Xavier Castro, abogado de los Isaías, la utilización de los certificados se dio para encubrir a ciertos bancos cerrados que, en vez de incautar los bienes de los ex accionistas, pusieron a circular esos papeles para que se perdiera el rastro de quienes fueron los responsables de la crisis. “La venta fue una ganga ya que el ingenio valía más”.
Castro también señaló que esos CPG no fueron emitidos por el Filanbanco sino por otras instituciones cerradas y que no deben ser usados para comprar las empresas de sus defendidos.
Según Pedro Delgado, presidente del Fideicomiso, no se trata de ocultar nada y más bien se transparenta la venta de los papeles que fueron emitidos por los bancos cerrados. “Ahora sabemos que la ex Agencia de Garantía de Depósitos (AGD) le debe como USD 1 400 millones a la Ministerio de Economía por los bonos. Y los bancos cerrados deben USD 1 700 millones por acreencia”.
Además, el funcionario sostuvo que los nuevos inversionistas deberán renovar las maquinarias de Ecudos y pagar con recursos propios los primeros pagos de la deuda. Cada seis meses deberán cancelar cerca de USD 14 millones.
El proceso de venta de los CPG
La CFN, en la crisis bancaria (1999), recibió USD 600 millones en Certificados de Pasivos Garantizados (CPG). En total, en el país había USD 340 millones en estos papeles.
La CFN vende los papeles al 100% del valor nominal y ofrece planes de financiamiento para adquirirlos a 15 años y una tasa de interés de 5%. Así financia la venta.
El Fideicomiso No Más Impunidad administra las 165 empresas incautadas a los hermanos Isaías. Y para vender las acciones recibe en dación de pago los CPG.
Los CPG acumulados son dados de baja por el Fideicomiso. Los interesados en comprar las acciones de las firmas incautadas deben ser calificadas por la CFN.
Los compradores deben participar en las subastas de las empresas. Y si gana debe pagar el 10% del valor de la empresa que adquiere en efectivo.
Los papeles que recibe el interesado deben ser llevados al Fideicomiso y entregárselos para recibir las acciones de las empresas.
El comprador debe pagar a la Corporación Financiera, semestralmente, las cuotas del préstamos que recibió para comprara CPG.