Las plantas necesitan de nutrientes para crecer de forma saludable. El abono y los sustratos son los componentes que requieren para estar vivas y crecer.
Esos elementos se convierten en vitaminas para las plantas, sobre todo ornamentales; aportan fósforo, potasio, calcio, azufre, magnesio, hierro, sodio, zinc’ Estos nutrientes se obtienen a través de abonos naturales. Estos son los orgánicos, dice Raúl Narváez, agrónomo de Decojardines, ubicado en el sur de Cuenca. También existen los inorgánicos, elaborados con químicos.
Entre los abonos orgánicos están el compost, humus, cascarilla, hojarasca biol, bocashi. Estos elementos se elaboran en espacios de terrenos pequeños, en extensiones de 500 metros, o en cajones de 1 metro cuadrado.
Además, dice Narváez, el ama de casa escoge el abono que desee utilizar para los diferentes tipos de plantas ornamentales, medicinales, flores, acuáticas… porque cada abono contribuye con su función de nutrir.
Narváez expresa que las más de 100 variedades de plantas que posee en su vivero no podrían desarrollarse si cada tres meses no les colocaría el abono.
Con este criterio coincide el agrónomo Boris Goercke. Señala que una planta que luce sana, frondosa y bella es porque en forma periódica se le ponen abonos o sustratos.
Él se refiere a los sustratos al explicar que es todo material sólido distinto del suelo, natural, de síntesis o residual, mineral u orgánico, que colocado en un contenedor -en forma pura o en mezcla- permite el anclaje del sistema radicular de la planta.
Entre los sustratos están la arena, piedra pómez y residuos de tronquitos que se utilizan para ciertas plantas, porque de lo contrario la misma no podrá crecer.
Esto le sucedió a Cristina Flores, que sembró un cactus en una maceta solo de tierra, al poco tiempo se quedó sin su planta. Goercke dice que esto ocurrió porque la maceta tenía que tener mitad arena y mitad tierra.
Los residuos de troncos se obtienen al picar árboles como de pino y eucalipto. Se mezclan con tierra.
Para sembrar una planta que está en una funda hay que picar sus raíces para que se adhieran a la tierra.
El biol es un abono líquido que se puede rociar en las hojas de la planta y de la tierra. No causa manchas.
El biol tiene su proceso. Se colocan desperdicios, excremento de ganado, un puñado de levadura y agua.
El excremento de animales se puede almacenar en una pequeña área junto con los huesos de los animales triturados. Sirve para conservar el suelo.
La hojarasca se recomienda usar en la Costa, porque son útiles las hojas de cacao que se caen en el suelo. Se mezclan con la tierra y servirá como fertilizante.
El abono verde consiste en cultivar una leguminosa para enterrarla y que aporte nitrógeno al suelo. En un suelo calizo se recomienda sembrar habas, trébol…
La arena ayudará a filtrar el agua para que no se acumule y evitará la aparición de hongos. Es necesario mezclar un 50% de tierra de cerro y el resto arena.
Los consejos para aplicar los abonos
Los abonos se compran en los viveros que hay en las urbes. Se comercializa por fundas o sacos, que cuestan desde USD 1 hasta USD 3.
Hay que colocar los abonos con una pequeña pala en la base de la planta o en la parte superior. La cantidad depende de si está en una maceta o en el suelo.
Si es maceta o en el suelo, la cantidad va desde un puñado hasta unas 2 libras. A más del abono, las plantas requieren desinfectantes.
Desinfectante pueden ser la cal y la ceniza. Estos ayudarán a prevenir que exista hongos en las matas. Se colocará un puñado una vez cada dos meses.
La piedra pómez ayuda a retener el agua en plantas exóticas como los anturios, que se puede sembrar en maceta o en terreno.
Otro abono es el bocashi. Se necesitan desechos vegetales, tierra, hojas secas, excremento, ceniza, carbón, cal, levadura y melaza. Se mezclan.