Los agricultores de cuatro cantones de Tungurahua comenzaron a producir mora de castilla orgánica. Actualmente, son los únicos del país que tienen este cultivo.
Una de las comunidades que desarrolla este cultivo, en proceso de certificación, es El Triunfo de la parroquia Santa Lucía, del cantón Tisaleo, a 10 kilómetros al sur de Ambato (Tungurahua).
En el centro del pueblo hay un puñado de casas de bloque, ladrillo y techo de teja. Otras están dispersas por el campo.
Los esposos Marco Guerrero e Irene Ramos tienen su huerto desde hace dos años en El Triunfo. La familia no usa pesticidas ni fungicidas químicos.
Aníbal Martínez, técnico del Programa Nacional de Fruticultura del Instituto Nacional Autónomo de Investigaciones Agropecuarias (Iniap), apoya a los campesinos de la comunidad.
El proyecto se inició en el 2008 y ha consistido en la capacitación de los agricultores sobre producción orgánica.
Guerrero sembró 500 plantas en 1 750 metros de terreno. Él asegura que las moras tienen un sabor diferente a las que se comercializan en el mercado. “La fruta no es agria sino más dulce, porque es orgánica; puede comerse las que se desee”.
En Ecuador, la mora de castilla en general se cultiva entre 1 800 y 3 000 metros sobre el nivel del mar en 6 000 hectáreas. De esas, 3 600 están en Tungurahua, 1 500 en Bolívar y el resto en las provincias de Cotopaxi, Pichincha, Imbabura y Carchi.
En Tungurahua se cultivan 30 hectáreas de mora orgánica. Las plantas florecen en los cantones Ambato, Cevallos, Mocha y Tisaleo. El plan cuenta con el apoyo del Consejo Provincial de Tungurahua, a través de la Red de la Mora y la agencia alemana GIZ.
Según Martínez, entre 15 000 y 20 000 personas de todo el país cultivan mora. Es por eso que es considerado un rubro importante para la economía campesina.
Con la capacitación, los agricultores incrementaron la producción de 4 a 10 toneladas por hectárea y recolectan de octubre a febrero. Guerrero explica que antes de ingresar a este sistema su cosecha no llegaba a los cuatro canastos semanales. Ahora subió a nueve.
El agricultor vende cada semana ocho canastas de nueve kilos cada una en USD 12, en el Mercado Mayorista de Ambato. A la semana puede comercializar USD 108. El kilo cuesta USD 1,50.
En Santa Lucía, 20 familias intervienen en la producción de mora. Ellos recibieron capacitación sobre agricultura orgánica, elaboración de extractos de hierbas amargas y picantes para combatir las plagas (bioles), producción y cosecha.
A cinco kilómetros de Santa Lucía está la comunidad Yanahurco, cantón Mocha. Ahí el agricultor Freddy Núñez cuida 1 200 plantas que tiene en su huerto. A la semana entrega a la Planta Hortícola y Frutícola de Ambato (Planhofa) siete canastas de nueve kilos con mora. La producción de este cítrico mejoró, dice. Su plantación estuvo a punto de desaparecer a causa de la caída de la ceniza del volcán Tungurahua.
Con la ayuda de los técnicos del Iniap y de la Prefectura de Tungurahua recuperó el huerto. “La producción bajó en un 50%, pero con el uso de los bioles y abonos orgánicos se incrementó de dos a ocho canastas a la semana”.
En Yanahurco el cultivo y la cosecha de la mora se convirtieron en la principal actividad económica de 18 fruticultores. En cada viaje a Ambato, Núñez vende entre USD 80 y 90. “Antes con la cosecha de papas, habas, zanahoria se ganaba poco o se perdía”.