Las pequeñas y medianas empresas han crecido. En su mayoría utilizan la tecnología para sus procesos de expansión, aunque los empleados utilizan sus propios equipos para el trabajo diario.
La tendencia “trae tu propio dispositivo” ha crecido en las pymes de la región. Un último estudio de Kaspersky determinó que en América Latina el 48% de los empleados de las pymes usan sus dispositivos personales en el trabajo.
Los smartphones y tablets son los equipos más comunes con 86% de las personas trabajando desde ellos, lo que representa riesgos de ciberseguridad adicionales para los emprendimientos.
Chile es el país en el que un mayor número de personas utilizan equipos personales en el trabajo (53%), seguido de Perú (52%), Argentina (49%), México (48%), Colombia (48%) y finalmente Brasil (40%). El hallazgo más relevante es que (86%) de los latinoamericanos usa sus propios smartphones o tablets para actividades laborales.
Inversión en tecnología
Según la última encuesta Visión Pymes, realizada por Brother International Corporation, a pesar de las presiones financieras, relativamente pocas pymes han disminuido su inversión en tecnología. El 86% de las pequeñas y medianas empresas tiene previsto destinar recursos a la adquisición de nuevas tecnologías para el desarrollo del negocio.
El uso de herramientas tecnológicas les ayuda a crear nuevos modelos de negocios en los mercados existentes. También sirven para introducir nuevas categorías de productos y servicios. Cuando los procesos están conectados y automatizados, las empresas pueden ser más receptivas y eficaces para mejorar sus pedidos, indica el documento.
Fernanda Alvarado es directora de mercadeo para Latinoamérica de SAP Business One & SAP Business ByDesign. Para ella, las pymes digitales generan nuevos planteamientos corporativos en los que la frontera entre el mundo físico y el digital se difumina.
Cómo empezar la transformación digital
Las pymes deben seguir ciertas características para cumplir el proceso de transformación digital. Lo primero es realizar un análisis de la situación actual de la empresa. El objetivo es entender cuáles son las áreas en las que se debe mejorar o implementar nuevos procesos para mejorar la productividad.
Además, según los expertos, es necesario conocer el estado financiero de las firmas y su capacidad de inversión. Esto permite tener un panorama amplio sobre las herramientas que se pueden implementar.
Definir prioridades es el tercer paso. Algunas pymes querrán una mayor visibilidad en el mercado, otras reducir sus procesos o tener una mayor automatización en sus procesos. Luego, se debe hacer un cronograma de implementación que dependa de las tecnologías que se utilizará en el proceso de crecimiento.
Según Naciones Unidas, las pymes representan aproximadamente el 90% de todas las empresas a escala mundial. Ellas generan entre el 60% y el 70% del empleo y contribuyendo con el 50% del Producto Interno Brutal (PIB) global. En Ecuador, son consideradas como la principal fuente de trabajo impulsando la inclusión social y mejorando la calidad de vida de miles de personas.
Su potencial desarrollo es inminente en varios países de la región; no obstante, aún son grande los obstáculos que deben atravesar para su consolidación. Los pequeños emprendimientos se enfrentan a diversos retos durante los primeros años.
De acuerdo con las estadísticas, en América Latina solo el 45% de las mipymes logran superar los dos años de existencia contra un 80% del mismo tipo de emprendimientos en Europa.
Entre las dificultades más comunes que enfrentan estos negocios, se encuentran el acceso a financiamiento, competencia con grandes empresas, gestión de recursos, credibilidad en la construcción, entre otros.
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