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Los anteriores son algunos ejemplos de la avalancha de ofertas que los consumidores reciben por parte de las tarjetas de crédito y firmas comerciales.
La información llega, incluso, por medios no tradicionales a través de mensajes de texto al teléfono celular o correo electrónico. Sobre cupos preaprobados se otorga información a través de llamadas telefónicas.
Personas que tienen acceso a dinero plástico de dos o tres bancos reciben este tipo de ofertas.
Incluso, hay la percepción de que esto repuntó después de que la Junta Bancaria (JB) resolvió eliminar el cobro de afiliación y renovación de tarjetas de crédito, el pasado 9 de mayo.
“En el momento que se eliminaron estos costos (los emisores) buscaron otro camino para mantener la gran utilidad de las tarjetas de crédito, que es masificando su uso”, analizó Carlos Morlás, decano de la Facultad de Economía de la Universidad Ecotec.
En el mercado ecuatoriano hay mayor circulante y como los sectores productivos no están demandando créditos al ritmo de otros años, los bancos están obligados a colocar sus recursos disponibles. La forma más fácil -aunque a veces no tan saludable- es a través del consumo, agregó el catedrático.
Por evitar crisis de sobreendeudamiento, recomienda un mejor manejo de las microfinanzas en los hogares. Es decir, comprometer una cuota mensual máxima del 30% de los ingresos.
Sonia Zurita, directora académica del MBA de la Espae-Espol, cree que las instituciones financieras no van a colocar recursos sin un análisis de riesgo previo. “No les interesa generarse problemas innecesarios”.
Lo que sí cree es que faltaría ese intercambio de información entre los emisores, ya no solo de la deuda vigente del consumidor, sino del cupo disponible que tiene en su o sus tarjetas de crédito.
Por ejemplo, una persona tiene USD 5 000 de cupo en tarjetas, que sí está en capacidad de pagar, pero solo utilizó USD 2 000. Los otros emisores consideran solo lo que gasta y como creen que puede consumir más, le ofrecen otro cupo.
El riesgo es que en una crisis, el tarjetahabiente utilice todo su cupo asignado y en el global no pueda asumir con la deuda. Es un tema que en el ente regulador ya está en análisis, para intentar controlar el endeudamiento.