El pasado 31 de agosto la Superintendencia de Compañías emitió una nueva resolución en la que declara la disolución y dispone la liquidación a la compañía Ícaro. Allí se reforma el artículo sexto y séptimo de una resolución emitida el 8 de agosto pasado.
Según esas reformas, ahora se impide el derecho a la impugnación, señaló Guido Saltos, presidente de la aerolínea. El empresario recibió la notificación el viernes anterior, cuando la Superintendencia publicó la resolución en el diario estatal El Telégrafo. Ante ello, Saltos señala que impugnará esta resolución porque la empresa “cumplió con todo lo que la Superintendencia requería, como la recapitalización a través de una firma mexicana”.
Para el abogado Ramiro Moreno, es posible impugnar esta resolución mediante una acción de protección a través de la vía contenciosa administrativa.
El antecedente de este tema se remonta a mayo pasado, cuando la aerolínea pidió a la ‘Súper’ su disolución por problemas financieros. Este Diario pidió una versión a Camilo Valdiviezo, intendente de Compañías de Quito, quien firmó la resolución, pero no hubo respuesta.