Sin haber consultado a los dueños de la plata, el Gobierno dispuso el control de siete fondos previsionales privados, argumentando que han recibido aportes del Estado en algún momento de su existencia.
Como si se tratara de un acto cuasi delictivo, el control de los fondos privados se hizo con la intervención de la PolicÃa y en algunos casos deteniendo a los administradores de estas entidades de derecho privado.
Por la forma y el fondo, esta medida resulta arbitraria, pues las autoridades no han hecho públicas las auditorÃas que sustentan la decisión y porque están transfiriendo recursos privados a una entidad pública como el Banco del IESS, sin haber consultado a los partÃcipes.
No hay que olvidar que el origen de esta medida ya era polémico. El proyecto original del Gobierno era tomar el control del fondo previsional del Magisterio, por denuncias de supuestos malos manejos de los recursos, lo cual resultaba extraño porque la autoridad de control nunca hizo observaciones.
En el caso del Magisterio, sus administradores aseguran que nunca hubo aporte estatal; el Gobierno dice hoy lo contrario, sin explicar ni entregar la documentación de respaldo.
De todas formas, el Régimen aprobó a fines del año pasado una norma para que todos los fondos privados que han recibido aportes estatales pasaran al Biess, algo que también era cuestionable.
En el 2008 el Gobierno emitió una norma que suspendió los aportes estatales a los fondos previsionales, evidenciando que lo sucedido hasta esa fecha era legal y de total conocimiento de las autoridades. Los recursos aportados constituÃan parte de las remuneraciones de los trabajadores, quienes decidieron ponerlos en cuentas individuales para mejorar sus pensiones. Eran recursos privados.
La norma vigente permite a los dueños mantener la administración privada de los recursos, cumpliendo varios requisitos. Eso no se ha cumplido y las autoridades decidieron por ellos.