A través de un decreto ejecutivo, el presidente Rafael Correa procedió a la creación del banco público denominado BanEcuador. La nueva entidad financiera pública reemplaza al Banco Nacional de Fomento.
La entidad se regirá por el Código Orgánico Monetario en lo relacionado a sus actividades, operaciones, organización y funcionamiento; y por las normas de la Junta de Regulación Monetaria y Financiera, reza el decreto firmado el miércoles 13 de mayo del 2015.
La matriz principal del banco se situará en la ciudad de Quevedo, en la provincia de Los Ríos, con sucursales, agencias y oficinas –especiales y temporales-, ventanillas de extensión de servicios, y corresponsales no bancarios en todo el país.
Su objetivo, según lo estipula el decreto, será prestar crédito bajo el criterio de intermediación financiera de recursos públicos y privados, con atención a micro, mediana y pequeña empresas, y empresas asociativas en sectores de producción. Estos serán principalmente agronegocios, comercio y servicios, “con enfoque de desarrollo local y preferencias en áreas rurales y urbano marginales.”
Se tratará de una banca de primer y segundo pisos. En ese sentido, el BanEcuador podrá otorgar préstamos hipotecarios y prendarios, quirografarios y de otra modalidad que autorice la Junta Monetaria y Financiera. También permitirá negociar letras de cambio, libranzas, pagarés, facturas y otros documentos que representen obligación de pagos generados por ventas a crédito.
El capital para las actividades de la nueva entidad será de USD 15 millones, con aportes del Estados por medio del Ministerio de Finanzas. Mientras, el capital autorizado será de USD 30 millones.
Tras la firma del decreto, el Directorio deberá conformarse en un plazo de 10 días hábiles, en tanto que el inicio de las operaciones se dará en un plazo no mayor a 180 días.