Cada tres meses, la Superintendencia de Bancos delimita las tarifas máximas que las instituciones financieras deben cobrar al cliente por los servicios prestados.
En los últimos años, el número de servicios que se han dispuesto sean gratuitos han ido creciendo. Así, por ejemplo, si hace un par de años la cartola de las cuentas de ahorros tenía costo, ahora no.
Lo mismo ocurre con las tarjetas de crédito, llegando a hoy, cuando la emisión de estas y su renovación tienen tarifa cero (ver info).
Pero todo el tema del cobro de los servicios financieros nace a partir de la vigencia de la dolarización. A finales del 2000, la Junta Bancaria devolvió a los bancos la capacidad para cobrar comisiones, para que así tuvieran una herramienta que les permitiera “levantar cabeza”, luego de la profunda crisis de 1999, que acabó con varios de ellos. Con esta decisión, el Gobierno de ese tiempo trató de compensar las utilidades que obtenían los bancos con la compra y venta de divisas.
A partir de ese momento, pagar por los servicios financieros fue una obligación que iba creciendo conforme aumentaba el número de estas opciones. Y con el repunte de las tarjetas de crédito y las transacciones digitales, los clientes se acostumbraron a pagar estas tasas, que, por años fueron establecidas por cada banco.
Así, en el 2001, por ejemplo, las compañías emisoras de tarjetas de crédito cobraban sus servicios de acuerdo con el rango del afiliado (nacional, internacional, ‘gold’ o corporativo), una práctica que se conservó hasta el 26 de abril de este año, cuando la Junta Bancaria decidió que las emisiones y renovaciones no tengan precio.
Eso en un escenario donde el número de tarjetahabvientes creció de un millón, en el 2001, a más de 2,2 millones estos días.
Otros servicios que los bancos cobraban desde hace una década eran la administración de las cuentas (USD 1, en el 2001), la copia del ‘voucher’ (USD 2 a las nacionales y USD 5 a las internacionales), la gestión de cobranza de los ejecutivos de cuentas (entre USD 1,50 y 5), entre otros.
Para el analista Andrés Romo, el tema de los servicios financieros hay que verlo en su amplia dimensión. En un primer momento, la banca necesitaba ese impulso, volverse a hacer sólida y líquida tras la quiebra financiera.
“Pero después de 12 años, es posible ver una banca fuerte y es así como, a pesar de que ya el año pasado 21 servicios financieros pasaron a ser gratuitos, sus utilidades fueron buenas. Sin embargo, hay que equilibrar y saber que la banca también hace inversiones para mejorar los servicios”.
Según el titular de la Asociación de Bancos Privados del Ecuador(ABPE), César Robalino, las estimaciones que ha hecho la Superintendencia sobre la nueva gratuidad de los servicios es que dejarían de percibir alrededor de USD 105 millones anuales.
Eso, aseguró Robalino, obligará a los bancos a replantearse sus estrategias de servicios.
Mientras tanto, las nuevas tarifas regirán hasta junio.
Las consideraciones básicas para manejar los costos de una tarjeta de crédito
Si le cobraron en este año el mantenimiento de la tarjeta de crédito, antes de abril, no puede ser sujeto a devolución de ese servicio financiero. Si le cobraron después de abril, puede realizar el reclamo por el valor.
Revise todos los servicios adicionales que usted tiene con la tarjeta. Recuerde que si bien el mantenimiento de la tarjeta ya no tiene un costo, los otros sí, como el de la afiliación a las gasolineras, entre otros.
Los techos para acceder a tener una tarjeta de crédito subieron levemente en algunas instituciones, para compensar lo que ya no se puede cobrar. Es decir, su nivel de ingresos deberá ser levemente mayor.
Las transacciones o pagos que usted realice de servicios públicos le serán cobrados. Estos siguen siendo tarifados. Por esa razón, usted no puede reclamar a la entidad por el cobro de este servicio financiero.
Los bancos y emisoras de tarjetas de crédito extenderán desde ahora los períodos de renovación de las tarjetas, para tener que reponer menos. Por ello, fíjese bien en la fecha en la que su tarjeta caducará.
Nunca deje de revisar en detalle el estado de cuenta que le llega a su domicilio u oficina. Puede ser que la entrega todavía siga constado como servicio a pagar o que se lo haya bautizado con otros nombres.
En cambio, para los afiliados antiguos de las tarjetas de crédito las condiciones se mantienen. Las emisoras y bancos pondrán un mayor énfasis en el cumplimiento al día de los pagos del tarjetahabiente.
La normativa
El servicio que se paga a los establecimientos por el hecho de cancelar con tarjeta todavía es tarifado. Es decir, cuando usted compra en un local comercial, le aparecerá en su factura un rubro de pago por dicho servicio.
Tenga en cuenta la diferencia entre tarjeta de crédito y de débito. La gratuidad de los servicios aplica para las primeras. Mientras que para las de débito su emisión, renovación o reposición todavía man tiene un costo que llega hasta los USD 5.
Los diferimientos al momento de hacer los consumos no son gratuitos. Estos dependen de la tasa de interés y del plazo al cual estableció la compra. Por tanto, percátese y pregunte sobre la tasa que le aplican. Están reguladas por la Superintendencia de Bancos y Compañías.
Si usted se retrasa en los pagos de sus cuentas deberá pagar intereses sobre la mora. Eso no es un servicio financiero, sino que es una consecuencia de una obligación no cumplida. Por tanto, no puede exigir su gratuidad.
Asegúrese bien, si realiza avances en efectivo, hacerlo en cajeros propios de la entidad emisora de la tarjeta. Cuando ud. hace esto, el valor de la transacción es cero. Caso contrario, tienen un costo que el propio cajero le anunciará, antes de entregarle su dinero en efectivo.
La gratuidad de los servicios aplica tanto para la tarjeta del cliente como para las adicionales que haya solicitado o mantenga. No pueden realizarle un corte para el cliente principal y otro para los adicionales.
Si realiza consumos en el exterior o a través de Internet, se le realizará cobros por servicios financieros, así como el Impuesto a la Salida de Divisas del 5%.
Se recomienda a los clientes cuidar sus tarjeta, ya que al implicar un costo adicional para el sistema financiero, la emisión posiblemente se reduzca y usted tenga que esperar más tiempo por su tarjeta plástica.
Los servicios adicionales que le ofrecen las tarjetas, como auxilio mecánico, seguros de vida, etc. son todavía pagados. Escuche bien las condiciones cuando le llamen a ofrecer este tipo de servicios. Y consulte, cada cierto tiempo, cuál es su estado.
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