Actualmente, el país produce un promedio de 479 156 barriles de petróleo al día, según el Banco Central del Ecuador (BCE), que recoge datos de enero a octubre de este 2022. Esta cifra es la segunda más baja de las registradas en más de una década.
El volumen diario producido en este período representa un incremento de apenas el 1,3% en comparación con lo registrado en 2021, que fue de 472 872 barriles al día. Esta última es la más baja de los últimos 12 años (ver cuadro).
La producción petrolera nacional está estancada desde hace tres años. En 2020 cayó la extracción de crudo debido a la ruptura de los oleoductos que transportan los hidrocarburos desde la Amazonía hacia los puertos. Esto sucedió como consecuencia de la erosión regresiva registrada en el río Coca y sus afluentes.
Ese año se registraron 479 370 barriles diarios, en promedio. Y lejos de los 531 002 barriles diarios alcanzados en 2019.
A más del fenómeno natural, en este tiempo se han registrado paralizaciones, apagones, cortes de energía, robos de cables, entre otros, que han impedido que la producción nacional crezca.
Por ejemplo, el pasado 11 de diciembre, una descarga eléctrica afectó la línea de transmisión El Vergel Jivino 3, que opera Petroecuador y no pudo ser solventada debido al robo de los cables del sistema de protección a tierra.
Esto obligó a suspender la producción en 728 pozos petroleros, ubicados la mayoría en los campos Sacha, Auca y Bloque 15. La paralización impidió la extracción de, al menos, 55 439 barriles. Petroecuador informó que dos días después ya se recuperó el 95% de la producción.
Asimismo, el pasado 21 de diciembre, Petroecuador informó que se registró una nueva falla eléctrica en la central de generación de la Celec del campo Cuyabeno, bloque 58, ubicado en la provincia de Sucumbíos.
La avería eléctrica se extendió por más de siete horas y afectó a 79 pozos. Se estima que unos 3 000 barriles de petróleo se dejaron de extraer ese día.
Duplicar producción petrolera
Con todas estas eventualidades, está cada vez más lejos el ofrecimiento del presidente Guillermo Lasso de duplicar la producción y llegar a un millón de barriles al día hasta 2025. El ministro de Energía, Fernando Santos Alvite, ha señalada en varios medios que al final de este período presidencial se podría llegar a unos 600 000 barriles diarios.
Con la baja producción, el Ecuador no ha podido aprovechar los altos precios del petróleo que se registran actualmente. Entre enero y octubre de 2022, el crudo ecuatoriano se vendió a USD 89,36 por barril, según el BCE. Esto es, un 45% más frente al mismo periodo de 2021, cuando se registró en USD 61,57.
La extracción del crudo tiene un impacto relevante en el país, ya que el Presupuesto General del Estado (PGE) depende en un 30% aproximadamente de los ingresos petroleros. Para el 2023 se espera que se llegue a un promedio de 515 000 barriles diarios para alcanzar los ingresos proyectados en la proforma presupuestaria 2023.
Inversión y tecnología
Para incrementar la producción petrolera se requiere mayor inversión y tecnología sostiene Miguel Robalino, experto en temas petroleros. Por ejemplo, el Ecuador necesita desarrollar conocimientos en crudos pesados, ya que el crudo liviano está prácticamente agotado, dijo.
“Crudo pesado es lo que tenemos en el Campo ITT (Ishpingo, Tambococha y Tiputini) y es hacia donde debe apuntar el país. Se debe traer tecnología para alcanzar mejor rentabilidad de estos campos”, agregó.
Pero atraer inversionistas al se ha convertido en todo un desafío por la inestabilidad que existe en el país. “La incertidumbre política del Ecuador no ayuda. Nadie tiene claro el marco económico va a tener Ecuador en tres o cuatro años”, señaló Fernando Jorge Díaz, analista de Citi para Ecuador. Además, apuntó que en 2023 la inversión extranjera directa se va a mantener en niveles similares de que los actuales, es decir baja.
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