Galápagos e Imbabura son las provincias más adelantadas en la colocación de aretes en el ganado.
Esta tarea se realiza en las ganaderías de todo el país, como parte del programa Sistema de Identificación y Trazabilidad Animal (SITA), del Ministerio de Agricultura, Ganadería, Acuacultura y Pesca (Magap).
El areteo tiene la finalidad, según las autoridades del Magap, de identificar la cantidad de ganado que hay en el país para un mejor manejo de la producción bovina en todos los aspectos.
En Galápagos e Imbabura se completó la entrega de aretes para el ganado y recolección de información sobre la cantidad de animales, edad, país de origen y uso productivo.
Esos datos fueron recopilados por funcionarios del Magap, que impulsa el proceso desde septiembre pasado. Hasta el 15 de junio se entregarán los aretes de forma gratuita. Después, el Magap dará los dispositivos a empresas autorizadas para que los vendan.
En la actualidad, se entregaron dispositivos para 3,3 millones de cabezas de ganado, que representa el 62% del total del hato (5,5 millones) que hay en el país.
Estos aretes son dos dispositivos (uno redondo y otro en forma de paleta) donde se registra la información del animal (ver gráfico).
Azuay y Chimborazo también tienen avances del 84% y 80%, del total del hato. En cambio, en Cotopaxi, El Oro y Tungurahua no se supera el 20%, 25% y 35%, en ese orden, dice la subsecretaria de Fomento Ganadero, Margot Hernández. “Hay zonas alejadas”.
Según el subsecretario de la regional del Austro del Magap, Javier Serrano, el programa tiene cuatro objetivos. El primero es tener un catastro ganadero exacto del país. Por ejemplo, dice, en Azuay hay un registro de 147 000 bovinos, pero conoce que hay más. “Lo mismo pasa en el resto del país”. Otro objetivo es acceder a los beneficios, que es el control sanitario en las zonas de mayor riesgo epidemiológico.
El areteo también busca generar la movilización del ganado a cualquier lugar del país y que exista un control de robos y contrabando. Finalmente, este programa incluye el Registro Único animal (RUA), documento que se lleva el propietario del animal.
Allí constan los datos del bovino en base a la información de los aretes, como garantía que su animal fue identificado y puede vender las veces que desee. “Ese papel y los aretes ayudarán a controlar los robos y tener una estadística de cuántos animales son faenados y vendidos en el país”.
Hernández agrega que también existe el Registro de Estadísticas de Animales Bovinos. Allí, se determina la utilización productiva de los animales y su número.
Los técnicos entregan el arete y recogen la información, que se procesa de forma digital. El ganadero decide si en ese momento se colocan los dispositivos o si él lo hace por su cuenta, dice Serrano.
Ese proceso se cumplió hace dos meses en la hacienda Los Álamos en el sector Irquis, de la parroquia Victoria del Portete, a 40 minutos de Cuenca.
Su propietario, Jorge Vélez, tiene 80 reses, las cuales no portan los aretes de color verde del Ministerio. No los ha colocado porque ya tienen uno igual pero de color amarillo, con su respectivo número e información.
A 10 minutos de esa hacienda está la del presidente de la Cámara de Agricultura de Azuay y Cañar, Santiago Malo, quien tiene 30 reses. En septiembre pasado ya colocó los aretes. Para él, el areteo permitirá cumplir normas internacionales. “Si hay un registro, en el futuro podríamos exportar leche, derivados y carnes”.
Hay temor en zonas rurales
No todos están convencidos de este proceso. Por ejemplo, Liduvina Torres, de la comunidad de Churuguso (Azuay), tiene temor. “Tenemos que esconder el ganado para que no nos quiten y no nos cobren impuestos”.
En el poblado de San Pedro de Escaleras (Cuenca) le ocurre lo mismo a Rosa Sangurima, de 85 años. No sabe en qué consiste el areteo, pero teme que no pueda vender los 10 litros de leche al día. Gana USD 0,35 por litro.
El rechazo al areteo fue uno de los 19 puntos de exigencia que plantearon los indígenas y sectores sociales en la Marcha Plurinacional, que llegó a Quito el pasado 22 de marzo.
Según el dirigente de la Conaie, Humberto Cholango, es un proceso que busca cobrar impuestos a los campesinos y ganaderos del país. “No es una aseveración mía sino una declaración de la Secretaria de los Pueblos”.
Para él, el problema epidemiológico y de catastro no se resuelve con el areteo. “Es necesario aplicar una política agraria para las comunidades. La Conaie no ha prohibido su colocación”. En cambio, el gerente de Lácteos San Antonio, Alejandrino Moncayo, cree que servirá para clasificar el ganado y conocer el rendimiento de cada res.
El proceso
Según el presidente de la Cámara de Agricultura de Azuay y Cañar, Santiago Malo, en países como Francia se aplica esta iniciativa desde 1998. En Argentina en el 2004 y Colombia desde el 2008.
Cuando un animal es faenado se constatará la información existente en los aretes. Este elemento será dado de baja e incinerado.
Cuando nazca un bovino tiene que ser identificado en un tiempo no mayor a tres meses de edad. En caso de importación, hay un plazo de 15 días después que el animal llegue para su identificación.
Para vender un animal no necesita ningún permiso del Ministerio, solo entregar al nuevo dueño el documento Registro Único Animal.
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