Durante el enlace sabatino de ayer, el presidente de la República, Rafael Correa, anticipó que utilizará las utilidades que genera el sector bancario privado para financiar el aumento del Bono de Desarrollo Humano.
[[OBJECT]]Por este subsidio, el Estado destina mensualmente USD 30 por cada beneficiario y la oferta del Régimen es aumentarlo a 50 a partir de enero del próximo año.
El incremento del bono se ha convertido en un tema de campaña electoral, pues el pre candidato a la Presidencia de la República por el movimiento Creo, Guillermo Lasso, prometió hace un par de semanas que el primer decreto que firmará cuando sea presidente de la República será el aumento del bono a USD 50.
Y eso se financiará, dijo, con una reducción de los gastos de propaganda del Régimen.
Para Correa, la oferta de Lasso es demagógica. “No voy a permitir que se use políticamente a los más pobres de la Patria. Resulta que ahora los que siempre rechazaron los subsidios, los que nos acusaban de clientelizar a los más pobres, son los que ahora con un discurso demagógico ofrecen aumentar el bono”.
Añadió que ese incremento le significa al país USD 323 millones, pero la propaganda oficial llega a USD 12 millones.
Correa advirtió que su gobierno financiará el aumento del bono transfiriendo las ganancias de la banca a los pobres. “Y banquero que no quiera no se preocupe. Le compramos el banco y nacionalizamos la banca (…) No me había atrevido a hacerlo por la falta de consenso, pero ahora ya hay consenso”.
Para Mauricio Pozo, ex ministro de Finanzas, es increíble que el Presidente quiera generar un pánico financiero. De ahí que si se le toma en serio, provocaría una corrida de depósitos. Es decir, la gente retiraría su dinero de la banca para precautelarlo. “De ser así, le rebotará a él mismo”.
Según la lectura de Pozo, algún candidato se le adelantó en la oferta al actual Presidente.
Vicente Albornoz, analista económico, coincide con Pozo y señala que se trata de un “ruido de campaña electoral” que, en caso de concretarse, el Estado “manejaría a la banca privada como lo hace con Cofiec”, un banco manejado por el Estado que está envuelto en el escándalo de la entrega de préstamos vinculados. Además, señaló que es mejor no adelantarse a los posibles efectos porque podrían generar alarma en la gente.