Cada vez que una persona o una familia piensan en su futuro, inmediatamente se barajan las posibilidades de ahorrar que tienen y cómo pueden cumplir las metas.
Por un lado, reducir gastos innecesarios o controlar los consumos con las tarjetas de crédito son parte de las políticas de ahorro perfectamente ejecutables. Pero hay otra opción que muchas veces, por temor o simple desconocimiento, no se aplica dentro de las finanzas de cada hogar.
Se trata de instrumentos financieros que -aunque sus nombres puedan resultar intimidantes- permiten a las personas la posibilidad de ver multiplicarse sus capitales. Por supuesto que, como explica la economista Pamela Ruiz, todo dependerá del monto y del plazo. “En el cálculo de los rendimientos siempre juega un papel importante la tasa de interés. Aunque para una persona el hecho de ver una tabla llena de números pueda ser frustrante, la recomendación es fijarse en el tipo de producto y la tasa de interés anual. Así podrá calcular cuánto le reportará su plata”.
Lo que debe saber es que si quiere disponer en cualquier momento de sus ahorros, la tasa de interés será menor. En cambio, si no los mueve por un tiempo, recibirá una mayor tasa de interés.
Luis Jaramillo, gerente general de la calificadora Class International Rating, señala que para decidir en qué instrumento ahorrar, el cliente debe tener un propósito sobre el uso que dará a esos recursos y cuánta plata necesita tener en efectivo cada mes.
Los representantes del proyecto “Cuida tu futuro”, del Banco Solidario y del Unibanco, creen que si las personas tienen claros sus objetivos de vida y avanzan a ellos de manera ordenada, con planificación, disciplina y control, las cosas son más fáciles y cada decisión apuntará a su cumplimiento.
“Muchas veces, la gente siente que le es difícil ahorrar; dice que la vida está cara y no le alcanza lo que gana. Pero no es así, siempre es posible ahorrar, y solamente es cuestión de cambiar los hábitos en el uso del dinero”, aseguran.
Evidentemente, hay varias maneras de ahorrar, desde colocar disciplinadamente en una alcancía cierto valor, hasta destinar los recursos a la adquisición de documentos financieros, que ayudan a que al final del tiempo de ahorro no solo se recupere el capital sino que además retorne con un valor adicional de ganancia.
En el sistema financiero hay una serie de instrumentos, desde el más básico que es la cuenta de ahorros, hasta otros como los títulos bursátiles o los avales de renta fija. A todos ellos, las personas pueden acceder fácilmente. Solo es cuestión de tener un plan.