Carlos Marx Carrasco llegó ayer a la misma hora del partido de fútbol entre Ecuador y Perú a la Comisión de Desarrollo Económico de la Asamblea. El propósito era explicar las proyecciones de recaudación en la Pro forma 2012.
Y con su característico estilo, el Director del Servicio de Rentas Internas (SRI) empezó su exposición. “Primero la obligación y luego la devoción”, dijo, mientras la mayoría de los asambleístas miembros de la Comisión se acomodaban en sus sillas.
En el Palacio Legislativo, solo el quinto piso, donde funciona la Comisión, estaba abierto. Los demás asambleístas habían suspendido el Pleno las 13:45, para presenciar el encuentro de la ‘Tri’.
En la jornada en el Pleno, varios legisladores de oposición habían solicitado al presidente de la Asamblea, Fernando Cordero, que se cambie el orden del día para debatir sobre el archivo del paquete tributario. Pero esa decisión debía tomarse después de la lectura del informe sobre la Ley de Comunicación. Algo que no llegó a concretarse, ya que luego de tres horas de lectura, finalmente se suspendió la sesión, para reiniciarla hoy en el Pleno.
La reforma tributaria ha entrado en un callejón sin salida luego de que la Comisión de lo Económico no llegara a votar sobre un informe para el debate en el Pleno. Entre mutuas acusaciones, el proyecto no ha podido ser debatido y, de no ser así, el 24 se aprobará por el Ministerio de la Ley.
Por eso, en los pasillos de la Asamblea, los asambleístas dialogaban entre sí para ver qué estrategia adoptar. Ramiro Terán insistía en que el Pleno tiene la facultad de decidir en el problema. Y Dalo Bucaram lo secundaba, incluso barajando la posibilidad de pedir la destitución del titular de la Comisión, Francisco Velasco.
Pero Rolando Panchana era claro en señalar que definitivamente el paquete tributario pasará a través del Ministerio de la Ley. “No hay informe, por tanto no hay sobre qué discutir. Que el Pleno decida sobre ello sería inconstitucional y, el Ejecutivo pedirá su ilegalidad al Tribunal Constitucional. Entonces, por un lado o por otro, la reforma pasará”.
El oficialismo sostiene que pedir que el Pleno decida es ilegal ya que según el artículo 68 de la Ley Órgánica de la Función Judicial, solo por iniciativa de la Función Ejecutiva, la Asamblea Nacional podrá establecer, modificar, exonerar o extinguir impuestos.
Sin embargo, el presidente de la Cámara de Comercio de Quito, Blasco Peñaherrera, rebate este argumento y señala que dentro del artículo 120 de la Constitución se otorga exclusivamente a la Asamblea el poder de crear, modificar o eliminar tributos.
En todo este escenario confuso, Marx Carrasco defendió durante dos horas la propuesta que, según dijo, era fruto del trabajo de ocho ministerios y no solo de él.
Además, explicó que la política tributaria es vital para sostener la dolarización. “Con padrenuestros y avemarías no se resuelven los problemas de equidad social. Solo los impuestos ayudan a eso”.
Pero a Rafael Dávila no le convenció la exposición del Director del SRI y arremetió contra él. “En Perú dicen que le van a condecorar a Ud., al Ministro de Finanzas y al Presidente por la generación de empleo allá. Porque por la inseguridad jurídica, nuestras empresas se están marchando”.
Y el debate se calentó cuando Dávila le espetó. “Ud. que se dice evangelizador tributario, le digo que ojalá no termine como Judas, que también era un recaudador”.
A lo que Marx Carrasco respondió: “No le acepto el calificativo de Judas. Para ser honorable hay que ser respetuoso. Y yo he venido acá con mucho respeto. Hasta con los evasores soy respetuoso”.