El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, llamó hoy a sus pares de Colombia, Juan Manuel Santos, y Panamá, Ricardo Martinelli, poco después de haber firmado en su Despacho Oval los tratados de libre comercio con estos países y con Corea del Sur.
Según informó la Casa Blanca en un comunicado, Obama habló con Santos y Martinelli en sendas conversaciones telefónicas, en las que el mandatario estadounidense destacó que los TLCs “indican los profundos y duraderos lazos entre Estados Unidos y Colombia y Panamá”.
Asimismo, Obama “subrayó la importancia de cumplir las obligaciones de los acuerdos” mientras se trabaja en su implementación y, en el caso de Colombia, hizo hincapié en la necesidad también de “continuar los avances en la implementación del Plan de Acción” en materia de derechos laborales que impuso como requisito a Bogotá para avanzar en el ansiado TLC colombiano.
Las conversaciones con sus pares latinoamericanos tuvieron lugar horas después de que Obama firmara ceremoniosamente los acuerdos en su Despacho Oval, rodeado de dignatarios de esos países, así como de miembros de su gabinete, representantes sindicales y empresariales, y de congresistas tanto demócratas como republicanos, en una muestra de que los TLCs constituyen uno de los pocos puntos en que ambos partidos han sido capaces de unir fuerzas.
En la misma ceremonia, que duró unos 15 minutos, Obama también convirtió en ley la renovación hasta 2013 del programa de asistencia a trabajadores afectados por el comercio exterior (TAA), cuya aprobación en el Congreso había sido el requisito impuesto por Obama para enviar los TLC a los legisladores, retrasando de este modo un proceso que se esperaba hubiera concluido hace meses.
Estados Unidos espera que los TLCs firmados hoy impulsen sus exportaciones en 13.000 millones de dólares y le permitan crear decenas de miles de empleos, a la par que “protegerán los derechos laborales, mediambientales y la propiedad intelectual”, según fuentes del gobierno.
Los tres TLCs habían sido aprobados en la Cámara de Representantes y el Senado la semana pasada, tras superar años de obstáculos políticos en medio de fuertes diferencias entre la Casa Blanca y el Capitolio sobre aspectos de los tratados, especialmente en el caso de Colombia, por cuestiones de derechos laborales y humanos, así como más en general por su impacto en la industria norteamericana.
De hecho, el TLC colombiano fue el que menor respaldo demócrata logró en la Cámara de Representantes, pese a lo cual fue aprobado gracias al fuerte voto de los republicanos, los mayores impulsores de la ratificación de los acuerdos comerciales.
En una primera reacción a la histórica firma, el embajador de Colombia en Washington, Gabriel Silva, calificó el paso como una “pieza fundamental” en las relaciones entre ambas naciones. “El TLC es una pieza fundamental en el desarrollo de un nuevo capítulo de las relaciones entre Estados Unidos y Colombia”, afirmó Silva, un actor clave en las negociaciones que tras años de estancamiento permitieron llegar a ratificación del TLC este año.
El tratado “ayudará a expandir nuestras dos economías, exportaciones y las oportunidades de crear empleo”, agregó el embajador colombiano, según el cual la rúbrica presidencial lleva a Colombia y Estados Unidos “un paso más cerca” a la entrada en vigor del TLC, para lo cual manifestó su disposición a trabajar con la contraparte estadounidense para “implementarlo lo antes posible”.
Además de discutir el acuerdo comercial, en su entrevista con Santos Obama trató hoy también sobre la próxima Cumbre de las Américas, que se celebrará en la colombiana Cartagena de Indias a mediados de abril del año próximo, y la situación en Cercano Oriente, indicó la Casa Blanca, sin dar más detalles.
Sin embargo, desde Bogotá asesores del mandatario colombiano ya habían adelantado este viernes su intención de tratar tanto con Obama como con el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, sus gestiones en busca de una negociación entre israelíes y palestinos en el marco de la intermediación “discreta” que empezó hace poco tiempo en Cercano Oriente.
Santos comenzó a tener protagonismo en el tema el pasado 12 de octubre, cuando recibió en Bogotá al presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmud Abbas, quien buscó conseguir su apoyo a la petición palestina en las Naciones Unidas para su reconocimiento como Estado, pues Colombia ocupa un asiento en el Consejo de Seguridad como miembro no permanente.
En aquella reunión, según Bogotá, Abbas le pidió a Santos ejercer como mediador, tarea que su gobierno ha realizado en las pasadas semanas de cara a la reunión del Cuarteto para Cercano Oriente (Estados Unidos, la Unión Europea, Rusia y Naciones Unidas), prevista para el próximo miércoles.