Un eventual cese de pagos de la deuda de Estados Unidos provocaría una “gran crisis”, y repercutiría en la economía mundial, dijo el presidente de la Reserva Federal (Fed, banco central), Ben Bernanke, este miércoles.
Si Estados Unidos no aumenta su límite máximo de endeudamiento antes del 2 de agosto y se ve obligado a incumplir sus compromisos de deuda, “llevará al sistema financiero al caos y afectará enormemente a la economía mundial”, declaró ante el Comité de servicios financieros de la Cámara de Representantes.
El presidente de la Fed se refería al hecho de que los bonos del Tesoro estadounidense son ampliamente considerados en el mundo entero como una inversión extremadamente segura, casi tanto como el oro.
Bernanke advirtió que una cesación de pagos del Tesoro estadounidense también tendría consecuencias dramáticas para la economía estadounidense.
Crearía “problemas enormes”, dijo: “las tasas de interés comenzarían a subir” a medida que los acreedores cuestionaran la capacidad del país para rembolsar sus deudas, lo que “debilitaría nuestra economía e incrementaría aún más nuestro déficit”.
El departamento del Tesoro estima que no podrá evitar una cesación de pagos si el techo legal de la deuda pública estadounidense no es elevado de aquí al 2 de agosto.
Por otra parte, Bernanke, dijo que el banco central considera tanto sostener más a la economía como disminuir progresivamente su apoyo.
El crecimiento debería acelerarse, pero mantenerse lento en los próximos trimestres, dijo, y puesto que el mercado laboral se mantiene débil, la acción de la Fed estará guiada por el ritmo de la mejoría de la coyuntura y la evolución de la inflación, cuyo avance es percibido como “temporario”.
“Por una parte, es posible que la reciente debilidad de la economía se revele más durable que lo previsto y reaparezcan riesgos de deflación, lo que haría necesario un apoyo adicional de política monetaria en favor de la economía”, declaró Bernanke ante los congresistas.
“Por otro lado, la economía podría evolucionar en un sentido que justifique iniciar una política monetaria menos flexible”, agregó el jefe de la Fed, en la presentación del informe semestral de política monetaria del banco central ante el Comité de servicios financieros de la Cámara de Representantes.
En ese sentido, el Comité de política monetaria de la Fed (FOMC) comenzará “la normalización” de la política extremadamente generosa que practica desde hace dos años y medio.
“Los datos más recientes muestran la persistencia de la debilidad del mercado laboral”, pero los factores que contribuyeron a la desaceleración de la reactivación en el primer semestre, principalmente el avance de la inflación, “deberían ser temporarios”, estimó Bernanke.
Los miembros del FOMC estiman “que el ritmo de la reactivación económica debería” mejorar pero “mantenerse moderado en los próximos trimestres y que en consecuencia, la tasa de desempleo debería bajar sólo gradualmente”, recordó.
Las actas de la reunión del FOMC de junio, publicadas el martes, revelaron que el Comité está dividido entre quienes consideran que la coyuntura podría necesitar una ayuda adicional a la economía y quienes creen que la Fed ya ha hecho demasiado y debería comenzar a recuperar la liquidez que inyectó masivamente en el circuito financiero.
Varios miembros del FOMC ya han expresado su oposición a una nueva serie de recompra de títulos, cuya eficacia ponen en duda. “Los bancos y las empresas estadounidenses están inundadas de liquidez. Inyectar más no resolverá nuestros problemas”, declaró uno de ellos, Richard Fisher, este miércoles.
Bernanke, que juega un papel determinante en el FOMC, adopta por el momento una posición de espera, rehusando arbitrar entre ambas partes y posterga su toma de posición, al igual que el año pasado en la misma época, en el discurso pronunciado a fines de agosto en un seminario de la Fed en Jackson Hole, Estado de Wyoming (oeste).