En medio de chocolates, flores, peluches, besos y abrazos, que se ponen de moda en estos días, a las parejas también se les cruza por la cabeza la idea de casarse.
Y visto desde un punto eminentemente financiero, la tentación puede ser rentable. ¿Por qué?
Los tiempos han cambiado y eso es una ventaja. “La pareja del siglo XXI trabaja, tanto el esposo como la esposa, por lo que los ingresos se incrementan, y si se ordenan los gastos, entonces habrá un beneficio económico”, dice Eduardo Armijos, consultor y capacitador de empresas.
En efecto, durante mucho tiempo el matrimonio supuso un mayor beneficio de seguridad económica para las mujeres. Pero eso se está quedando atrás. Un estudio del Pew Research Center en EE.UU. dice que el casamiento es cada vez más un buen negocio para los hombres.
Según D’Vera Cohn, coautora del trabajo, cada vez es más probable que la mujer sea quien gane más dinero dentro de un hogar. “Y como resultado, el matrimonio está empezando a resultar una forma por la que los hombres eleven su estatus económico”.
Para el economista Patricio Bermeo, hay que tener en cuenta que los países en desarrollo tardan en ajustarse a las tendencias de los desarrollados. “Aunque en Ecuador ha habido, sin duda, un mayor repunte de la mujer en las actividades económicas, todavía sus opciones son menores a las de los hombres. El matrimonio por sí solo todavía es visto como algo cultural, antes que económico”.
Pero, Armijos considera que cualquier matrimonio puede salir a flote financieramente siempre y cuando cumpla con una premisa: la persona que se casa debe estar consciente que asume una responsabilidad económica frente a su nuevo hogar, por lo que antes de gastar el dinero debe saber en qué gastarlo. Posiblemente de soltera derrochaba el dinero; de casada se piensa dos veces.
Además, las personas que se casan comparten sus bienes y se ahorran en los costos de los servicios. “En vez de utilizar dos camas se usa una, en vez de dos televisores, solo uno y así por el estilo”, puntualiza Armijos. El costo de la planilla eléctrica es prácticamente el mismo para un soltero que vive solo que para una pareja.
Si se animó a casarse considere a su cónyuge como a un cliente. Y recuerde este adagio empresarial: Retener al cliente es más rentable que atraer otros nuevos.
Las reglas más básicas que debe conocer para manejar las finanzas del nuevo hogar
Como si fuera un negocio, el matrimonio necesita de una planificación. Por tanto, sume los activos (dinero circulante y cuentas por cobrar) y el patrimonio (bienes muebles e inmuebles) que tienen ambos.
No descuide las deudas contraídas durante la soltería. Generalmente, eso tiende a minimizarse, cuando es un factor importante en los presupuestos y que pueden alterar la economía del nuevo hogar.
Es necesario transparentar las deudas previamente contraídas. Si bien, con el matrimonio, legalmente la deuda no es de la sociedad conyugal sino de cada persona, el posterior aparecimiento cuentas por pagar altera los planes.
Aunque es redundante, los expertos aseguran que la mayoría de los conflictos económicos dentro del matrimonio se debe a la falta de comprensión respecto al dinero.
Gran parte del éxito económico en el hogar radica en que la pareja dialogue y planifique. La creencia de que quien genera ingresos es quien lleva el timón de la economía es obsoleta y da malos resultados.
Contraer enormes deudas desde el inicio es un dolor de cabeza. Por eso, la fiesta de casamiento y la luna de miel, en lugar de ser un placer, pueden acarrear problemas. Gaste en ello, solo lo que tiene a mano.
Se recomienda hacer una lista de todos los bienes que tiene la pareja. Y luego priorizar su funcionalidad, es decir, si todos esos artículos les sirven o bien se los puede vender, empeñarlos o intercambiarlos.
Los errores ayudan a aprender, así que pida consejo a otras parejas que han logrado hacer bien las cosas en materia económica en sus hogares o asista a cursos para el manejo de sus finanzas.
Al casarse se pueden obtener algunos beneficios tributarios
Dentro de las obligaciones tributarias, casarse tiene sus ventajas. Si usted depende económicamente de su pareja, podrá incluir sus gastos personales para deducirlos del Impuesto a la Renta (IR).
En el caso de que ambos generen sus propios ingresos, las deducciones también pueden ser aprovechadas. ¿Cómo? Por ejemplo, si prevén gastar USD
4 000 en educación, hoy, si estuviera soltero, puede hacerlo máximo hasta USD 2 993,25. Casado, cada uno puede deducir sus propios gastos y llegar a los USD 4 000, cosa que estando soltero no puede hacerlo.
Para hacer posible esta deducción de gastos, cada uno debe manejar sus cuentas propias. Ya que si él/la cónyuge depende económicamente no es posible utilizar esta especie de truco tributario.
Otro beneficio es que al generar los ingresos totales en dos personas, en lugar de una sola, el valor para el pago del Impuesto a la Renta se distribuye entre dos, con lo cual la suma a cancelar disminuye.
En este caso, cada miembro de la pareja debe trabajar con su propio Registro Único de Contribuyentes (RUC). Entonces, en lugar de concentrar ingresos de USD 100 000, por ejemplo, en una sola persona, se puede distribuir en dos de USD 50 000, con lo que la base imponible para el IR baja.
En el caso de la declaración patrimonial, también puede implicar un beneficio, ya que al estar soltero debe pasar el reporte a la autoridad tributaria si supera los USD 200 000. Mientras que cuando es casado, tiene que rendir la declaración si suma más de USD 400 000.
Ventajas bancarias, comerciales y más…
En el caso del manejo de cuentas bancarias y tarjetas de crédito, se recomienda consolidar en una sola todos los movimientos. Así no se escaparán recursos y tampoco se duplicarán los costos administrativos.
Los bancos mejoran las posibilidades de conceder créditos a las personas casadas, pero el requisito es que ambos generen recursos. Caso contrario, es muy probable que más bien sus opciones disminuyan.
Para los préstamos hipotecarios, el hecho de que los dos miembros de la pareja trabajen, aumenta el monto posible a recibir. Por ejemplo, si estando soltero podía acceder a un hipotecario de USD 12 000. Casado puede llegar a USD 25 000.
Los créditos de consumo, en cambio, dependerán mucho de su capacidad de pago individual. Pero mantener independencia económica le ayudará a tener un mayor cupo disponible.
El acceso a otros bienes también se facilitan si ahora son dos, en lugar de uno, quienes pueden cancelar las deudas. En este punto están los automóviles, por ejemplo. Si soltero podía acceder a un auto de, por ejemplo, USD 20 000, casado podrá pagar uno de USD 35 000.
En los paquetes turísticos también hay ventajas, ya que muchas agencias de viaje o aerolíneas arman paquetes donde el precio final se reduce entre un 15 y 20%. Así, si un viaje a determinado lugar, como soltero le costaba USD 1 000, como casado puede costarle USD 1 800. Al dividir para dos da USD 900 por persona, lo que es un ahorro.
Compartir el pago de servicios básicos también es un beneficio de las personas que se casan. No es lo mismo pagar arriendo, luz, agua, teléfono, etc., entre dos que solo uno.
Las operadoras celulares ofrecen paquetes para parejas que le permiten ahorrar hasta en un 30%. Opte por estos servicios si no quiere recortar su uso.