La crisis económica hizo ayer que Italia renunciara a apoyar la candidatura de Roma para ser sede de los Juegos Olímpicos del 2020, por lo que solo quedan en carrera cinco contendientes. “Es una decisión dolorosa, pero no pensamos que sea coherente que Italia se involucre en esta garantía, que podría arriesgar el dinero de los contribuyentes”, justificó Mario Monti (foto), primer ministro, el no del Estado a la candidatura de la capital.
Hoy se cierra el plazo de presentación de las garantías requeridas por el COI (Comité Olímpico Internacional) a las ciudades que aspiran a ser sede. Roma no estará entre las que presenten su propuesta, por lo que ya solo Bakú, Doha, Estambul, Madrid y Tokio pelearán por los Juegos.
El presidente del Comité Olímpico Italiano, Gianni Petrucci, se quejó especialmente de que la decisión se tomara en el último momento. “Lo acepto, pero me habría gustado un mayor respeto porque no ha estado bien decírnoslo el último día”. El alcalde de la ciudad, Gianni Alemanno, dijo que Monti dio “motivos claros” que, sin embargo, no comparte. “No se mira al futuro de Italia”.