El Código de la Producción, que el Ejecutivo prevé enviar a la Asamblea en los próximos días, con carácter de urgente, continúa mutando.Al anuncio dado la semana pasada por la asambleísta Irina Cabezas, miembro de la Comisión de lo Económico, de que el Impuesto a la Renta (IR) bajará del 25 al 20%, para las empresas que inviertan en desarrollo y tecnología, se sumó la declaración de ayer del secretario nacional de Planificación, René Ramírez.
El funcionario aseguró, desde Tokio, que el IR para toda nueva inversión productiva será de 0%, por un lapso de cinco años a partir de su implementación.
A este incentivo podrán acogerse tanto los inversionistas nacionales como los extranjeros e, incluso, podrán renovarlo, siempre y cuando generen empleo y realicen avances tecnológicos.
“Este incentivo, como el resto de los que se plantean en el Código, deben ser temporales, específicos y sujetos a mecanismos de corresponsabilidad por parte de los beneficiarios”, dijo Ramírez.
La noticia fue bien recibida por los empresarios. Para Wilson Lozano, presidente de la Cámara Nacional de Microempresas, cualquier decisión en beneficio de la producción es bienvenida.
“Todo lo que signifique reducir impuestos para incrementar la inversión en producción es una buena noticia. Dentro de los microempresarios, también pedimos que se impulse aún más la capacitación y el crédito”.
María Gloria Alarcón, de la Cámara de Industrias de Guayaquil, además reconoce que este esquema de incentivos es positivo. No obstante, cree que lo más importante es la reglamentación. “Hay que direccionar este incentivo, porque si bien puede incentivar la inversión, no debe destruir la existente. Por ejemplo, digamos que una cervecera llega al país (solo por poner un ejemplo). Esta tendrá una ventaja sobre las que ya operan”.
En el plano tributario, Carlos Marx Carrasco, director del Servicio de Rentas Internas (SRI), quien fue el artífice de la propuesta, señala que, como se tratan de inversiones nuevas, no es que Rentas recaudará menos.
“No va a disminuir la recaudación, sino que vamos a dejar de cobrar a esos nuevos inversionistas. Además, dentro de mi propuesta hay un segundo condicionamiento y es que las inversiones deberán instalarse en los sectores que el Gobierno Nacional defina, excepto en Quito, Guayaquil y Cuenca. Así conseguiremos mayor equidad”.