La inversión vial tendrá una reducción de 51% en el 2019, respecto de este año. Foto: Archivo / EL COMERCIO
La inversión del Estado en obra pública para el 2019 se concentrará principalmente en el rubro de la educación, de acuerdo con la Pro forma que se debate en la Comisión de Desarrollo Económico.
De los USD 3 314 millones que Finanzas programó en el plan anual de inversiones del próximo año, el 19,6% es para proyectos de educación, aunque el monto registra una leve disminución respecto al 2018.
Le siguen los sectores de vivienda, que incluye los USD 531 millones para el plan Casa para Todos, y salud.
En educación, los montos más altos se destinarán a un programa de reforma institucional de la gestión pública, que demandará USD 300 millones, y a la construcción de nuevas escuelas, a las que se destinarán USD 247 millones.
En el programa de reforma institucional de la gestión pública, que demandará casi la mitad de la inversión educativa, se asignan los recursos para docentes y personal administrativo que se acogen al proceso de jubilación voluntaria.
Jaime Carrera, titular del Observatorio de la Política Fiscal, cuestiona que Finanzas haya incluido este programa dentro de la inversión, ya que se trata de un gasto corriente, como ocurre también con el programa de alimentación escolar, para el cual se destinarán USD 800 389 el próximo año.
Salud es otro de los sectores prioritarios dentro del plan de inversión pública del 2019, aunque también registra una reducción comparado con el presente año, del 35%.
La mayor parte de los recursos en salud se destinarán a infraestructura física, equipamiento y mantenimiento, así como estudios del sector y la reconstrucción y rehabilitación de infraestructura afectada por el terremoto del 2016.
Para el 2019 se llevarán a cabo nuevos proyectos como un plan de prevención de embarazo en niñas y adolescentes, al que se asignaron USD 11,6 millones. Y se duplica la asignación al programa de prevención de VIH/sida.
La inversión en obra vial también se reducirá casi a la mitad el próximo año respecto a la programada en el 2018.
El lunes pasado, el ministro de Finanzas, Richard Martínez, reconoció en la Asamblea que se debe encontrar más espacios para recortar los gastos corrientes (sueldos, pagos de servicios para mantener las instituciones públicas, entre otros), con el fin de no seguir mermando la obra pública, la cual “tiene un efecto multiplicador en la economía”.
Un estudio publicado en septiembre por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID)advierte que en los últimos años, los gobiernos de la región han priorizado el gasto corriente por encima del de inversión, lo que deriva en menores tasas de crecimiento económico para los países.
En la Pro forma 2019, las prioridades también han cambiado en relación con este año, cuando los proyectos del sector energético tuvieron más peso en la inversión. Finanzas asignó USD 724 millones, lo que representó el 15,3% del total previsto. Pero para el 2019, este sector representa el 4%.
El próximo año el Gobierno priorizará la culminación de la línea de 500 kv, que permitirá transportar la energía de la central Coca-Codo Sinclair y de Sopladora. Además, se destinarán USD 7,6 millones para finalizar las hidroeléctricas: Sopladora, Mazar-Dudas y Toachi Pilatón.
Carlos de la Torre, exministro de Finanzas, explica que la mayoría de los proyectos eléctricos son de arrastre; es decir, obras que han venido ejecutándose en años anteriores y ya están culminando, lo cual requiere menos recursos.
A Toachi Pilatón, por ejemplo, que lleva 10 años en construcción y tiene un avance de 97,6%, se destinarán USD 5,1 millones en el 2019 frente a los USD 46,3 millones que se presupuestó en el presente año.
En el 2019 ya no se destinarán recursos para las hidroeléctricas Delsitanisagua ni a Quijos. Esta última, ubicada en Napo, está paralizada desde diciembre del 2015 y Delsitanisagua entró en operación en octubre.
Para Alberto Acosta Burneo, editor de Análisis Semanal, las hidroeléctricas y otras obras tuvieron atrasos y sobreprecios. “Durante la bonanza petrolera se hizo inversión pública sobredimensionada y hoy tenemos el doble de hidroeléctricas de las que necesitamos, que tienen una capacidad ociosa muy grande”.