Cuarenta cláusulas fueron plasmadas en el contrato colectivo que el Comité de Trabajadores de Sacorpren, filial del ingenio La Troncal, firmó ayer con la administración que asumió hace año y medio.
Staynley Vera, presidente del ingenio La Troncal, explicó que el contrato representa una inversión anual de USD 500 000.
Ese dinero está distribuido entre la afiliación al Seguro Social de los trabajadores, el servicio de asistencia médica para familiares de los empleados, aumento salarial, entre otros.
Sacorpren tiene 1 500 empleados y su tarea es dar mantenimiento a los cañaverales del ingenio. Son 2 200 hectáreas sembradas que están ubicadas en la vía Boliche-Puerto Inca.
Su administración también está en manos estatales, luego de que el actual Gobierno incautara, en julio del 2008, al grupo azucarero vinculado a los hermanos Isaías, ex propietarios del Filanbanco.
“Este contrato colectivo, el primero que hemos conseguido, dura dos años y nos garantiza estabilidad laboral”, dijo Valdy Salvatierra, secretario general del Comité de Trabajadores.
Antes de la incautación, los empleados eran tercerizados, no recibían beneficios de Ley y ganaban entre USD 28 y 32 semanales, según la tarea encomendada, agregó Salvatierra.
Vera, sin embargo, aseguró que la negociación no fue sencilla. Como tampoco lo es aquella que emprenden con el sindicato de Ecudos, que cuenta con 600 trabajadores de planta y está encargada de procesar el azúcar.
Las firmas Ecudos, Sacorpren y Podec pertenecen al mismo grupo. Esta última entra en acción en época de zafra, para contratar a los obreros temporales para el corte de caña. La zafra, allí, se iniciará en julio.
Según Staynley Vera, el contrato colectivo con el sindicato de Ecudos se detuvo por intereses de personas ajenas al gremio. “Les hacen creer que pueden conseguir más cosas a través del Ministerio de Trabajo”.
El contrato colectivo que inicialmente plantearon costaba USD 11 millones. “Con ese valor íbamos a la quiebra”, indicó.