La industria automovilística le apuesta a China

Trabajadores preparan los carteles de la feria automotriz que se realizará en Pekín. Foto: Kelly Olsen / AFP

Los fabricantes de automóviles, que se reúnen a partir de este domingo en Pekín, quieren aprovecharse del enorme crecimiento del mercado chino pese a la desaceleración de la economía y las nuevas preocupaciones medioambientales de las autoridades.
Según los organizadores, se expondrán unos 1 100 modelos de vehículos en esta cita que abrirá el próximo lunes sus puertas al público y a la que se espera que acudan varias centenas de miles de visitantes.
Los grandes nombres de la industria mundial como General Motors, Toyota, Volkswagen o Hyundai, estarán presentes, junto con los gigantes chinos SAIC Motor -primer fabricante del país- y Dongfeng Motor, que acaba de entrar en el capital del francés PSA Peugeot Citroen.
El mercado chino, el mayor del mundo, es crucial para los fabricantes, en un momento en que las ventas se desaceleran en otras partes del mundo.
En China, las ventas de coches crecieron casi un 14% durante el 2013, a 21,98 millones de vehículos, lo que supone un aumento importante pese a un contexto económico frágil.
Mercado prometedor
“Los profesionales del sector siguen sumamente confiados en las perspectivas de actividad en China: el país representa entre el 26 y el 28% de la demanda mundial y sigue siendo el más prometedor para los próximos años”, dice Yann Lacroix, analista del gabinete Euler Hermes.
“Los créditos bancarios en el país han vuelto a crecer”, tras varios intentos del banco central de poner control, y “pese a una pequeña inflexión, la demanda de automóviles sigue estando muy bien orientada”.
Sin embargo, en el cielo chino hay algunos nubarrones, entre ellos, la desaceleración de la economía que podría afectar a corto y medio plazos la boyante industria automovilística.
El crecimiento del país se elevó al 7,4% en el primer trimestre del año y podría cerrar el 2014 con el peor resultado en cerca de un cuarto de siglo.
El sector podría resentirse también de una serie de medidas adoptadas por las autoridades que quieren, por un lado, reducir los atascos monumentales que paralizan la grandes ciudades y reducir la contaminación atmosférica.
Hangzhu (este) se convirtió a finales de marzo en la sexta gran ciudad, después de Pekín, Shanghái y Cantón, en limitar drásticamente el número de matrículas entregadas al año.
[[OBJECT]]
El enfriamiento
Señal inequívoca de que el mercado automovilístico chino no ha sido inmune al enfriamiento de la economía, las ventas de coches registraron un fuerte frenazo en marzo, con una subida solo del 6,6% frente al 17,8% anterior, según una federación profesional.
Dada la probabilidad de que los gobiernos locales adopten nuevas medidas contra la contaminación, los expertos de Moody’s Investors prevén un crecimiento anual del 8% de las ventas de coches en China en este año y el 2015, lo que supone una fuerte desaceleración con relación a 2013.
No obstante, el aumento de las ventas en el gigante asiático sigue siendo muy superior a las previsiones de Moody’s para el resto del mundo (3,2%), debido sobre todo a la desaceleración en EE.UU., Brasil y Rusia.
Lo que no hace más que empujar a los fabricantes hacia China. El surcoreano Hyundai acaba de confirmar la apertura de una cuarta planta en el país.
El alemán Daimler anunció en marzo que firmó un acuerdo con su socio chino BAIC para invertir conjuntamente 1 000 millones de euros para aumentar su producción conjunta.
Y con la entrada de Dongfeng en el capital del francés PSA con un 14%, los dos grupos han indicado que quieren triplicar para 2020 las ventas de su empresa conjunta en China.
Por su parte, el francés Renault, aliado desde diciembre con Dongfeng, prevé comenzar la producción en China desde el 2016. Aunque las ventas de coches eléctricos o híbridos no acaban de despegar, es precisamente en este nicho de mercado en el que la marca francesa espera hacerse un hueco.