Los representantes de las ensambladoras de automóviles en el país cambiaron su actitud , de desafiante a conciliadora, frente al Gobierno durante la jornada de ayer.
En días pasados, miembros de la industria anunciaron que la empresa ensambladora de camionetas Mazda, Maresa, se paralizaría desde ayer frente a la falta de CKD (partes y piezas de autos) importados.
El presidente de la Cámara de la Industria Automotriz (Cinae), Patricio Sánchez, declaró que debido a la imposición de aranceles entre el 5% y el 18% para los CKD, de parte del Gobierno, las ensambladoras no desaduanizarían estos componentes.
Ello, hasta que se revise la medida y se aplique un descuento a los aranceles por el componente nacional incorporado.
Como consecuencia, Maresa (Mazda) se paralizaría ayer; Omnibus BB (Chevrolet), la próxima semana, y Aymesa (Kia) habría reducido su producción.
Sin embargo, ayer Sánchez no dio a conocer si Maresa llegó a paralizarse. Se limitó a indicar que se estaba negociando la vigencia de una disposición transitoria en la resolución 18, aprobada por el Consejo de Comercio Exterior (Comex), que determinó los aranceles a los CKD.
El sector automotor busca que se apliquen los aranceles al mismo tiempo que una tabla de descuentos a esas tarifas según el nivel de componente nacional integrado en los automóviles ensamblados en el país.
“(…)Hoy continuamos el proceso de diálogo con las autoridades del Gobierno que busca que a través del Comex se incorpore una disposición transitoria a la Resolución 18 (…), las autoridades están conscientes de la necesidad y urgencia de esta disposición y en los días inmediatos mantendremos nuevas reuniones entre la Cinae y el Gobierno con esta finalidad”, indicó Sánchez a este rotativo.
Hasta el cierre de esta edición no se dieron a conocer los resultados de las negociaciones y no finalizaba la reunión entre el Gobierno y las ensambladoras, luego de siete horas.