La Central Hidroeléctrica Mazar comenzó a entregar energía al país desde las 11:00 del lunes pasado.
Lo hizo con una de sus dos turbinas, marcando así el inicio de operaciones de una obra que fue planificada a finales de la década de los 70 y que debió levantarse al terminar la construcción de la Central Paute, en 1983.
El sistema hidroeléctrico Paute , que aprovecha el recurso hídrico de la cuenca del río Paute, tenía tres fases. La primera era la construcción de la Central Paute con cinco turbinas, luego la construcción de Mazar. La última etapa era la instalación de cinco turbinas más a la Central Paute.
Sin embargo, se decidió ejecutar directamente la tercera etapa y postergar la construcción de Mazar por cuestiones políticas y falta de financiamiento.
Mazar siempre fue vista como una suerte de benefactor de Paute, porque retendría los sedimentos y acumularía una reserva de agua para garantizar la operación de Paute en épocas de estiaje.
Paute, que es la central más grande de país y la que más energía entrega con sus 10 turbinas, tiene 50 millones de metros cúbicos de sedimentos y 120 millones para almacenar agua.
Mazar fue construida en cinco años y tiene la capacidad de almacenar 410 millones de metros cúbicos de agua. Esto significa que puede proveer de agua a Paute durante una sequía, pero además tiene dos turbinas de 160 megavatios.