Dueña de 5 plantas para almacenar 50 000 toneladas de granos, copó su espacio en tiempos de emergencia. El último fue declarado el 7 de abril del 2010, para guardar 150 000 t de arroz en cáscara, 80 000 t de pilado y 125 000 t de maíz duro como parte de la reserva estratégica.
El déficit de espacio fue cubierto a través de contratos de arrendamiento con silos y piladoras particulares. Con nueva administración (el 13 de mayo se posesionó como nuevo ministro de Agricultura, Staynley Vera), algunos contratos pasaron a revisión.
Uno de ellos culminó el mes pasado. Según Freddy Aguilar, gerente de la UNA, las condiciones pactadas en la anterior administración no eran convenientes.
Se arrendó una planta con ocho silos de 45 000 quintales cada uno, 12 silos de trabajo con una capacidad de 7 000 q cada uno, dos silos de despacho de 1 500 q y tres secadoras de flujo continuo de 7 500 q cada uno. Más el servicio de dos piladoras, una puede procesar 160 q por hora y otra de 120 q por hora.
El valor fijado: USD 200 000 mensuales más IVA. El contrato estuvo vigente 16 meses, por más de USD 3 millones.
Pero todos los servicios contratados no fueron utilizados.
Marcelo Haón Arias, dueño del complejo industrial arrendado, se defiende ante cualquier duda que pueda surgir del contrato. “Si no utilizaron nunca las piladoras ya no es mi culpa, pero en el contrato podían hacerlo”, indicó.
Según Haón, los USD 200 000 mensuales responden a precios del mercado en una propiedad que cuesta USD 10 millones.
“Había bastante producto que (la UNA) no evacuaba, pero ya sacaron todo el producto, entonces, se dio por terminado el contrato. Teníamos arroz, maíz y soya de la cosecha pasada”, puntualizó.
Para Eduardo Bejarano, anterior gerente de la UNA quien firmó dicho contrato, no caben los cuestionamientos. El contrato inicialmente fue firmado por un año de duración, en abril del 2010, pero tuvo extensiones.
“Ahí se cubrió toda la cosecha de arroz y soya del 2010 en la zona de Los Ríos”, expresó ayer. Respecto del precio pactado, Bejarano aseguró que se justificaba por la capacidad y el sitio estratégico.
Es más, reveló que el arrendador planteó un valor superior, pero no fue aceptado.
Mientras se aclara este tema, la UNA continúa con su trabajo.
Hasta el viernes pasado, los silos tenían cerca de 12 000 t de arroz en cáscara de la cosecha del 2010. Otras 77 000 t de pilado forman parte de la reserva estratégica, de las cuales 72 000 están en silos privados contratados en la Sierra. El almacenamiento de este producto empezó en 2009.
Freddy Aguilar agregó que ahora los silos reciben soya y maíz. Y hay 18 centros de acopio contratados. La recolección de soya inició el 15 de septiembre. Desde esa fecha la UNA promueve la compra de la cosecha nacional por parte de la industria, dijo el productor Wilman García.
“La UNA compró 12 000 t de soya y presta servicio de almacenamiento. Terminada la cosecha, esta vende a las industrias que no han cumplido con los cupos asignados”, explicó.