Las fisuras y microfisuras deben ser reparadas por la empresa Sinohydro, que aún no entrega la obra al Gobierno de manera definitiva. Foto: Julo Estrella / EL COMERCIO
Más de 4 000 fisuras y microfisuras se han identificado hasta ahora en Coca-Codo Sinclair, la principal central hidroeléctrica del país, que lleva un año y siete meses en operación.
Los defectos se encuentran en los distribuidores, que son unas estructuras que receptan el caudal que viene con fuerza, tras caer 620 metros desde un embalse y luego por una tubería de presión.
Esta información fue difundida el lunes, 2 de julio del 2018, por Carlos Pérez, ministro de Hidrocarburos, Electricidad y Minas, en una entrevista radial. “No es normal, es un problema del acero y de cómo fue soldado”.
Según los informes a los que ha accedido el Ministerio, la empresa Sinohydro -a cargo de la construcción de Coca- Codo- subcontrató la fabricación de los distribuidores. Estos fueron elaborados en China y “aparentemente” no se siguieron los procedimientos adecuados para soldar.
Esto habría generado estrés en el material, causando la formación de fisuras y microfisuras que deben ser reparadas por la empresa Sinohydro, que aún no entrega la obra al Gobierno de manera definitiva.
Para mitigar este problema, a inicios de junio de este año se realizaron trabajos para reparar estas fallas del distribuidor de la Unidad 4 de esta hidroeléctrica. En estos días está planificado hacer el mismo procedimiento con el de la Unidad 2. Coca-Codo Sinclair tiene ocho unidades.
Para Carlos Baldeón, presidente del Colegio de Ingenieros Mecánicos de Pichincha, este tipo de procedimientos no solucionará los defectos de estos equipos, porque cada reparación debilita más el material (acero). Por esto, recomienda que se instalen nuevos distribuidores.
Aparte de estas medidas, Pérez informó que ha solicitado, por separado, dos exámenes de dos empresas para saber si los defectos identificados en esta central son problemas menores o mayores, que podrían causar daños catastróficos en esta hidroeléctrica, que tiene una potencia instalada de 1 500 megavatios (MW).
El propósito de estos informes es obtener los análisis técnicos y metalúrgicos para conocer qué ocurrió en este proyecto, el cual fue impulsado por el Gobierno anterior.
“Necesitamos esta evaluación. Esta podría determinar, de ser el caso, no digo que sea así -si no es un problema solucionable-, que incluso Sinohydro tenga la obligación contractual de construir un nuevo cuarto de máquinas si se trata de un problema serio”, precisó el ministro Pérez.
Los defectos en esta central fueron identificados en el 2014 y fueron confirmadas por la empresa Consulting Inspection Services (CIS), en un informe del 8 de abril del 2015, antes de la entrada en operación de la central, que se produjo en noviembre del 2016.
Ese estudio fue solicitado por la Dirección de Gerenciamiento y Fiscalización de este proyecto, la Asociación CFE-Pypsa-CVA-ICA, en febrero del 2015, tras identificar estos defectos en los distribuidores de las unidades 1 y 4.
En la inspección que realizó CIS en los ocho distribuidores de Coca-Codo Sinclair, se identificó que las fisuras en estas estructuras se originaron, en parte, por la calidad de los materiales.
En este informe se advirtió que estos distribuidores no fueron construidos con materiales que cumplen certificaciones internacionales (ASME). En los procesos de fabricación, montaje y ensamblado tampoco se manejaron estos estándares, refirió CIS.
Además, en su parte medular el informe de la consultora precisó que “mientras la fuente del problema no sea arreglada, se espera que haya posteriores agrietamientos en otras áreas no inspeccionadas”.
Para conocer cómo se manejó este proyecto, Pérez pidió a la Contraloría evaluar esta central, junto con las otras hidroeléctricas: Sopladora, Manduriacu, Toachi-Pilatón, Minas-San Francisco, Delsitanisagua, Quijos y Mazar-Dudas. Las dos primeras ya operan. Para completar Toachi Pilatón aún quedan dos años más de trabajos, en caso de que superen los actuales problemas contractuales con las firmas encargadas de la obra y la fiscalizadora, dijo Pérez.