El euro se instaló por encima de los 1,28 dólares el miércoles, ayudado por exitosas emisiones de obligaciones en Europa y por el anuncio de que el FMI intentará ampliar sus recursos para combatir la crisis mundial.
Hacia las 19:0O GMT, el euro cotizó a 1,2837 dólares contra 1,2737 dólares del martes hacia las 22:00 GMT.
La moneda única, que había caído la semana pasada a 1,2624 dólares, mínimo desde agosto de 2010, luego de que comenzaran a filtrarse las informaciones de un inminente recorte de las notas de la deuda soberana de los países de la zona euro por parte de la agencia de calificación crediticia Standard and Poor’s, se vio beneficiada por un conjunto de factores tranquilizadores.
El FMI confirmó este miércoles que buscará aumentar sus recursos para créditos en 500 000 millones de dólares, a medida que la crisis de la deuda europea se constituye como una amenaza para la economía global.
“Nuestra impresión general es que el repunte del euro y de otras divisas internacionales va a continuar, a pesar de los riesgos de una nueva ola de (malas) noticias provenientes de Europa”, reveló Nick Bennenbroek, de Wells Fargo.
Otro factor que influyó en el alza de la moneda única fue el éxito de las colocaciones de bonos de Alemania y Portugal.
Portugal captó este miércoles 2 500 de euros de títulos de deuda a tres, seis y once meses, con un rendimiento (interés que debe pagar el país) a la baja, en una emisión que era un examen para Portugal, que no emitía este tipo de títulos desde abril de 2011 debido a los elevados intereses que se le exigían.
Por su parte, Berlín logró captar 3 400 millones de euros en obligaciones a dos años, generando una fuerte demanda, con la tasa más baja registrada para este tipo de operaciones.
“Hubo mucho menos presiones negativas (sobre el euro) que en las últimas semanas”, constató Charles St-Arnaud, operador de Nomura.
“Las tasas de la deuda soberana a muy corto plazo (…), dos años o menos en el centro de la zona euro (Francia, Italia, Alemania, España), disminuyeron fuertemente desde el principio del año”, dijo el analista, “lo que reduce las presiones sobre el financiamiento de los bancos y también de las empresas”.
“En cambio, seguimos muy de cerca las negociaciones sobre la reestructuración voluntaria de la deuda griega. Un final feliz de las negociaciones debería salvaguardar el avance (actual) del euro ” , estimó Bennenbroek.