Desde que el Gobierno se quitó de encima el aporte del 40% para las pensiones jubilares del IESS, hace tres semanas, no ha dejado de repetir que ese aporte es innecesario y que el Seguro Social no necesita esos recursos.
En lugar de mostrar los estudios actuariales que sustentaron esa decisión, el Presidente de la República ahora quiere “elevar el nivel de debate” y empezar a discutir sobre la pertinencia de subsidiar o no al IESS, lo cual puede resultar interesante si el Mandatario realmente quisiera debatir sobre subsidios.
El Presidente sostiene que los USD 1 100 millones que tenía presupuestado aportar al Seguro Social este año se han suspendido por dos razones: el IESS tiene suficientesrecursos y existen otras prioridades de gasto, pues con los aportes entregados en la actual administración se pudieron construir todas las escuelas del milenio y todos los centros de desarrollo infantil.
Asegurar que el IESS tiene suficientes recursos es debatible, pues no hay los estudios actuariales que demuestren que sea sostenible sin el aporte estatal. Aquellos que se conocen públicamente muestran que el aporte del 40% sigue siendo necesario a menos que se tomen medidas complementarias que compensen esa falta de recursos.
El segundo punto tiene que ver con la calidad del gasto público. Resulta obvio que los recursos públicos debieran ir a la educación y la salud en lugar de gastarse en instituciones que “no los necesitan”. El Gobierno dice que ha entregado al Seguro Social USD 5 275 millones y que eso es más que suficiente. De hoy en adelante priorizará el gasto en proyectos sociales.
Si el Gobierno es coherente con lo que dice debiera presentar un plan de focalización de subsidios, pues sigue entregando recursos a personas que no los necesitan.
USD 36 382 millones se presupuestaron entre 2007 y 2014 por subsidios y la mayor parte corresponde a combustibles, donde buena parte de los beneficiados son las personas de mayores ingresos.