Unas 20 camionetas distribuidoras de gas hacían fila ayer en las inmediaciones del centro de acopio Digas, en San Bartolo, en el sur de Quito.
Desde el lunes pasado no han podido comprar el hidrocarburo por dos razones. La primera fue que ese día se vendía el cilindro de gas a un costo mayor en los centros de distribución al por mayor. De USD 1,41 se incrementó a USD 1,46.
La segunda es que luego del feriado de Navidad y Año Nuevo por lo general existe un desabastecimiento del producto.
Ricardo Flores, representante de la Asociación de distribuidores de gas de Pichincha, señaló que los pequeños distribuidores prefirieron no comprar en los primeros días de la semana. Esperaron a que se normalice el precio. Esto ocurrió el martes.
“Nos reunimos con las autoridades de la Dirección de Hidrocarburos para conocer si se había resuelto el incremento. Como no era legal volvieron a cobrar lo que pagábamos hasta el 2010”.
Añadió que los cupos asignados para las envasadoras son bajos y no alcanzan. A eso se deben las largas filas en estos días.
“Es normal luego de un feriado que haya un retraso. Pero no tanto, porque ya se siente en la ciudadanía, que son los afectados”.
La Asociación de Distribuidores del Gas quiere reunirse con los autoridades gubernamentales para pedir el incremento en los cupos en las envasadoras, las cuales distribuyen a los centros de acopio. También quieren que se aumente el margen de ganancia por cada cilindro. Actualmente varía entre cinco y 10 centavos de dólar por cilindro.
Los cupos son las toneladas de gas que reciben las envasadoras y que luego son distribuidas a los centros de acopio. Ese volumen depende del histórico de ventas de los distribuidores.
Flores cree que se debería calcular los cupos con base en el crecimiento poblacional para que no haya problemas.
Nilsen Arias, subgerente de Comercialización Externa de Petroecuador, aseguró que no existe ningún problema con el abastecimiento de gas en Quito. Afirmó que no se puede hablar de escasez cuando se trata de que se terminaron los cupos.
Marco Calvopiña, gerente de Refinación de Petroecuador, también aseguró que la distribución es normal.