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Despidos en tres hospitales de Quito

Una jornada de zozobra vivió hoy el personal médico de los hospitales de Quito. Funcionarios del Ministerio de Relaciones Laborales se presentaron con miembros de la Policía para notificar el despido de varios médicos y enfermeras. Patricia Gavilánez, presidenta de la Federación de Enfermeras y empleada en el Hospital Baca Ortíz, comentó la indignación que sintieron sus compañeros por la presencia de la Policía.

Los profesionales de la salud del Hospital Eugenio Espejo hablan del despido de 1 500 servidores públicos del área de Salud en todo el país y de 4 000 en todas las instituciones públicas; salidas enmarcadas en la compra de las renuncias obligatorias del Decreto Ejecutivo 813. Solo de la planta central del Ministerio en Quito hoy salieron 68 funcionarios.

Gavilánez asegura que están despidiendo a los líderes de los gremios. En Loja, por ejemplo, echaron a la presidenta del Colegio de Enfermeras. En el Baca Ortíz esperan que los funcionarios de Relaciones Laborales vuelvan el lunes.

En el Hospital Pablo Arturo Suárez, ubicado al norte de Quito, cerca de 150 personas, entre médicos y personal administrativo, fueron despedidos hoy. Desde la mañana, hasta las 16:30, médicos, estudiantes de medicina e internos protestaron en las instalaciones de este centro de salud para exigir explicaciones de estas compras de renuncias obligatorias.
 
Los despidos no fueron el único problema en este hospital. Un médico docente que lleva 38 años laborando en el hospital, quien prefirió ocultar su nombre por temor a represalias, contó que hoy en la mañana le notificaron que no podía seguir dando clases en el hospital. Confesó que aún no sabe cómo se organizará para continuar con su labor de docencia sin que interfiera con sus ocho horas obligatorias en este centro médico.

Ericka, estudiante de medicina quien es alumna de este profesor, mostró su preocupación por la incertidumbre de sus futuras clases. "Están despidiendo a los médicos que llevan más años acá, que tienen más experiencias, ¿y ahora en manos de quién nos dejarán, de recién graduados? Además dicen que no podemos recibir clases acá, cómo pretenden que aprendamos sin tener a los pacientes a lado", replicó.