La banca privada se resiste a entregar más créditos al sector productivo del país. Ese ha sido el discurso del Gobierno sobre el sistema financiero, el cual fue utilizado para obligar a los bancos a traer recursos del exterior y mantenerlos dentro del país.
Ese discurso pierde peso con la primera encuesta de oferta y demanda de crédito que acaba de publicar el Banco Central esta semana.
Con base en la información de 138 instituciones financieras del país, el Banco Central concluye que la oferta de crédito en el primer trimestre del 2010, en términos generales, se ha flexibilizado.
Eso se observa en los segmentos de consumo y vivienda, aunque en microcrédito hubo restricción en el otorgamiento de nuevos préstamos.
Y lo más probable es que esa restricción sea mayor, ya que el Gobierno redujo más la tasa de interés para microcréditos, volviendo menos atractivo el negocio para las entidades que se dedican a prestar a los comerciantes más pequeños.
Quienes buscan un microcrédito han visto que las puertas de la banca privada se están cerrando. Y la banca pública, que empezó a entregar más recursos, no tiene aún el conocimiento para entregar microcréditos, lo cual ha ocasionado que restringa estos préstamos o que asuma pérdidas porque no ha podido recuperarlos.
Por el lado de la demanda, la encuesta del Banco Central revela que un 80% de las empresas grandes y pequeñas no ha pedido un crédito por dos razones: no hubo necesidad o porque los negocios se financian con sus recursos propios.
Lo anterior puede tener dos lecturas. Una, que las empresas están vendiendo más, aprovechando que hay liquidez en el mercado.
La otra es que el entorno económico no se ve muy favorable para tomar la decisión de endeudarse e invertir en nueva infraestructura.