La encuesta anual del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), realizada el pasado viernes, reveló que la tasa de desempleo del 2010 fue del 5%. Es decir, la misma cifra del 2007, año en que Rafael Correa asumió la presidencia de la República.
Para el ex ministro de Trabajo, Francisco Díaz Garaicoa, es positivo que el Gobierno haya logrado mantener los puestos de trabajo, pero, por el otro lado, preocupa porque no se ha concretado un verdadero cambio puesto que no hubo una amplia generación de puestos de trabajo.De acuerdo con los datos del Ministerio Coordinador de la Producción y Empleo, en los cuatro años de Gobierno se crearon 47 000 empleos plenos nuevos, en especial en manufactura, enseñanza y construcción.
En cambio, para la Secretaría Nacional de Planificación (Senplades), la cantidad de empleos generados es de 260 000.
Según el asambleísta Paco Moncayo, eso se explica porque el aparato estatal creció en cerca de 105 000 personas, de las cuales 26 000 recibieron nombramiento. El Gobierno niega esta tesis pero tampoco ha revelado la cifra exacta ni el dato preciso del número de servidores públicos incorporados durante su gestión, debido a que no existe un catastro de la burocracia.
Un cálculo preliminar del Ministerio de Relaciones Laborales muestra que existen 470 000 servidores y cerca de 5 000 instituciones. Para regularlos, el Régimen propuso la Ley de Servicio Público, a fines de septiembre del 2010, y entró en vigencia el pasado 6 de octubre, luego de varios incidentes en el país.
“Se atenta contra los derechos de los servidores por las jubilaciones obligatorias y por las supresiones de partidas. Pese a ello, el Gobierno sí ha tenido logros como la eliminación del trabajo por horas y la tercerización, a través del Mandato 8”, dijo Mesías Tatamuez, presidente del gremio sindical Cedocut.
En efecto, una de las aristas en materia de empleo del Gobierno fue eliminar la intermediación laboral, con un alto costo por los despidos de trabajadores de las empresas, que señalaban la imposibilidad de contratar a los empleados.
Por ello, el director del Observatorio de la Política Laboral de la Universidad Internacional SEK, Gabriel Recalde, señala que “hace falta un mayor impulso a la inversión privada y a los sectores productivos”.
Otro tema en el que el Régimen ha puesto énfasis es el de una nueva política salarial, enfocada en el salario digno, normado en el Código de la Producción aprobado el mes pasado.
La idea del Régimen es que quienes ganan menos tengan mayores oportunidades para acceder al menos a productos básicos. Asimismo, a través de políticas económicas el Gobierno asegura que ha logrado reducir los altos niveles de desigualdad.
Para Wilson Araque, director del área de Gestión de la Universidad Andina, la reducción de las brechas obtenidas en el Gobierno se han acortado gracias a la cantidad de recursos que ha tenido y que le ha permitido solventar los gastos en el área social. “Si se comparan las cifras con períodos anteriores a este Gobierno, antes hubo reducciones de los porcentajes de la pobreza más significativas”.
Ello principalmente tras la dolarización, que ayudó a mejorar la capacidad adquisitiva y al desarrollo de ciertos sectores que demandaron mayor mano de obra. “Hay que dar impulso a las inversiones privadas, las cuales generarán más empleo”.