Edificio de la Caja del Seguro, IESS, en la avenida 10 de agosto, en Quito. Foto: EL COMERCIO
El déficit actuarial en el Fondo de Invalidez, Vejez y Muerte estaría cercano a los USD 24 000 millones, de acuerdo con un borrador del informe que prepara la Dirección Actuarial del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS), según una fuente interna de la entidad.
Ese monto supera en USD 4 000 millones al déficit que se había calculado en el estudio actuarial de este fondo, auditado por la empresa Volrisk, en el 2013.
Un informe actuarial mide la sostenibilidad de un sistema de pensiones a 40 años; es decir, permite saber si el IESS tendrá recursos suficientes para pagar las jubilaciones y otros beneficios a los futuros pensionistas, con base en la situación actual.
Por tanto, el déficit actuarial es la suma de dinero que le faltará al Seguro Social en 40 años, para el pago de sus prestaciones.
Entre los dos estudios actuariales no solo difiere el monto del déficit, sino el año en que este seguro de pensiones se quedaría sin recursos. Según el borrador del informe de la Dirección Actuarial, pensiones caería en déficit en poco más de 20 años, cerca del 2040. En tanto el examen del 2013, estimaba el déficit para el 2046.
Los dos cálculos del déficit se realizaron contando con el aporte estatal del 40% para el pago de pensiones, que se restituyó a partir de este año.
Si el Estado dejara de dar esta contribución, como ocurrió en los últimos tres años por una reforma legal declarada posteriormente inconstitucional, el déficit oscilaría entre USD 90 000 millones y 100 000 millones. Además, el fondo podría quedarse sin recursos desde el 2023.
Este Diario conoció que el Estado entregó el aporte correspondiente a enero pasado, que corresponde a un monto cercano a USD 125 millones. El IESS espera por las contribuciones de febrero y marzo.
Uno de los factores que explica el déficit es que las aportaciones de los afiliados están muy por debajo de lo que se debe pagar. Este año, por ejemplo, se pagarán cerca de USD 4 000 millones en pensiones, siendo el aporte de los afiliados cercano a los 2 600 millones.
Esta diferencia fue más pronunciada con el cambio en las tasas de aportaciones, en el 2015, que disminuyó la contribución a pensiones e incrementó la de salud.
La tasa de aporte a pensiones bajó de 9,44% a 5,76%. La contribución debe ir subiendo año a año, hasta el 2021, cuando debería ubicarse en 10,36%. No obstante, el presidente del Consejo Directivo, Paúl Granda ha señalado que “no hay tiempo” para esperar hasta ese año.
Se espera que una vez que el IESS cuente con los informes actuariales definitivos de pensiones y salud se revierta la medida, establecida en la resolución 501 del Consejo Directivo del IESS.
La próxima semana el Consejo Directivo debería conocer oficialmente los estudios actuariales de ambos seguros. Luego deberán ir a una auditoría externa, que demora unos 90 días. También se preparan estudios actuariales de los seguros de riesgos del trabajo y campesino.
Otras medidas estructurales que requiere el Instituto serán debatidas en el acuerdo nacional por la seguridad social. No obstante, Granda ya ha señalado algunos de los temas prioritarios que deben discutirse, como la edad de jubilación y el financiamiento de los hijos, menores de edad, de afiliados y jubilados.
El IESS ya empezó la etapa informativa del acuerdo nacional por la seguridad social, que busca dar a conocer los problemas estructurales de la entidad. El titular del IESS se ha reunido con representantes sindicales de los trabajadores, algunas cámaras empresariales y representantes del Seguro Social Campesino.
El objetivo es que a través del acuerdo se tomen las medidas correctivas que requiere el IESS para su sostenibilidad.
Luego de la fase informativa, se establecerán mesas técnicas. Se espera que para octubre se alcance la firma del acuerdo.