El cuadro que pintaron las autoridades económicas del país fue ideal: crecimiento del 9% de la economía, el menor desempleo urbano de los últimos cinco años, un déficit fiscal de menos de 1% del Producto Interno Bruto (PIB), la mayor cobertura de la canasta básica de la última década, recaudaciones tributarias históricas. Y miles de millones de dólares circulando por las cajas públicas.
Y ese solo fue el “brochazo general” (sic) que dio la ministra Coordinadora de la Política Económica, Jeannette Sánchez, al rendir cuentas de la gestión del 2011.
Después de su discurso de 55 minutos, las 11 mesas de trabajo, que representaban a las entidades adscritas al Ministerio Coordinador, trabajaron a puertas abiertas sobre los pros y los contras de su gestión del año pasado.
El novedoso formato permitía a técnicos de las diferentes entidades conversar libremente sobre cualquier tema, con representantes de la sociedad civil y de los empresarios. Aunque la presencia de ellos fue la menor y solamente en la mesa del Banco Nacional de Fomento (BNF) y del Servicio de Rentas Internas (SRI) se vio un grupo de alrededor de 20 agricultores, pescadores y recicladores.
Después de dos horas de trabajo, y de servirse el respectivo almuerzo, los aproximadamente 300 asistentes escucharon las conclusiones de toda su tarea y empezaron a desfilar los datos de las millonarias cifras que el aparato estatal está movilizando.
Así, la Corporación Financiera Nacional (CFN) desembolsó USD 581 millones en el 2011. El Banco Nacional de Fomento (BNF) USD 540,4 millones. El Banco del Estado USD 533 millones. El Banco Ecuatoriano de la Vivienda USD 103 millones. El Biess USD 766 millones…
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Si a eso se suma que el Fondo de Liquidez de la economía está en su nivel más alto de los últimos años (USD 750 millones), que las recaudaciones aduaneras sumaron USD 3 220 millones y los ingresos tributarios brutos USD 9 500 millones, el estado de salud del país está en su mejor momento, lo que llevó a aplaudir fervorosamente a los presentes en el Hotel Quito al final del programa que duró seis horas.
El optimismo es tal entre las autoridades económicas que el ministro de Finanzas, Patricio Rivera, señaló que no hace falta emitir bonos ni endeudarse. Y, pese a ese elevado nivel de consumo, no hay razón para pensar en un posible recalentamiento de la economía.
Algo corroborado por el director del Servicio de Rentas Internas (SRI), Carlos Marx Carrasco, quien señaló que el Impuesto a la Salida de Divisas (ISD) seguirá firme para sostener el sistema de dolarización. “El año pasado salieron del país USD 30 000 millones, USD 25 000 millones del sector privado. Si no aplicáramos el ISD llegaríamos a una anemia monetaria y luego una recesión”.
¿Hay un Talón de Aquiles en la economía? Desde este lado, no. Desde la otra orilla, sí. Para el analista Andrés Romo, la sensación de alta liquidez puede hacer olvidar su raíz: que mucho viene de la mano de altos precios del petróleo y de endeudamiento.
“Es una fiel copia de lo que pasó en el ‘boom’ petrolero de los años 70. No es difícil proyectar qué pasará si cayera el precio: contracción de la economía, desempleo, menor consumo, menor construcción… Lo contrario de hoy”.
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