Entrevista a Cristian Wahli, Presidente de Anfab. Foto: Cortesía
¿Cómo ha hecho frente a la crisis el sector agroalimentario?
El resultado del 2020 fue una pérdida de USD 500 millones en ventas.
¿Hubo ganadores?
Los ganadores fueron los productos listos para el consumo, congelados, de rápida cocción, precocidos.
¿Quién perdió?
El cierre de restaurantes afectó a las líneas de grasas y aceites, y cárnicos.
¿Cómo arrancó el año el sector agroalimentario?
Enero de este año empezó ligeramente más bajo que igual mes del año pasado. El desafío ahora es prepararnos para los cambios que se vienen. El 2021 es un año de cambio de Gobierno. Estamos haciendo reuniones con representantes de los 23 productos representados en el gremio para preparar la agenda, con propuestas, desde una visión proactiva.
¿Dónde están las mayores preocupaciones?
Uno de los candidatos habla de una posible limitación de importaciones, eso crea incertidumbre, porque puede haber retaliaciones a los envíos de Ecuador. Más bien, se debe pensar en fortalecer cadenas de valor a escala regional. Ecuador tiene una ventaja porque no tiene estaciones tan marcadas. Ahí hay una oportunidad para apalancarnos en países que tienen acuerdos comerciales, como Chile que tiene más de 100. Es importante porque en el 2020 los envíos de productos agroalimentarios de Ecuador sobrepasaron los USD 10 000 millones. Para exportar ese rubro se importaron 2 000 millones en insumos, por lo que el superávit en esos envíos fue de 8 000 millones, más que lo que se envía en petróleo. Otro aspecto es promover la competitividad y ahí estamos trabajando en capacitar a la mano de obra.
¿Cómo?
Con la formación dual, que ofrece una oportunidad a los jóvenes de estudiar y aprender en la fábrica. Hay dos formaciones en construcción: tecnólogo de alimentos y tecnólogo lechero. La idea es que se formen unos 50 jóvenes en total. En mayo esperamos estar listos.
La Asamblea discute un proyecto de Ley para el agro que establecerá precios de sustentación de forma generalizada, ¿cómo ve la propuesta?
Es formalizar los subsidios en el agro y es un premio a la ineficiencia. Al garantizar un precio fijo al productor, se elimina la motivación para diversificar productos, es una barrera para el cambio. Además, ese subsidio lo paga el consumidor final.