La continuada crisis en la eurozona amenaza con provocar una nueva recesión mundial si los países del euro no adoptan de forma “urgente” los correctivos necesarios, advirtió hoy el Fondo Monetario Internacional al presentar sus nuevas y sombrías previsiones de crecimiento global.
De hecho, en su actualización de las “Perspectivas de la Economía Mundial” (WEO, por sus siglas en inglés) presentadas este martes en Washington, el FMI rebaja sus previsiones de crecimiento en todo el mundo, especialmente en la eurozona.
La coyuntura mundial crecerá en 2012 solamente un 3,3 por ciento, según los pronósticos del FMI.
En septiembre, se consideraba que esta cifra llegaría a un cuatro por ciento. De todas maneras, para el año próximo el Fondo estima un crecimiento global de 3,9 por ciento. Sin embargo, los pronósticos para la eurozona son sombríos: su economía se contraerá un 0,5 por ciento en 2012, en lo que el FMI denominó hoy una “recesión suave” de esta región.
Para 2012 se espera en los países del euro una mínima subida de 0,8 por ciento.
España e Italia, empero, estarán excluidas de esta leve recuperación y continuarán en 2013 sumidas en la recesión.
En el último trimestre de 2011, la eurocrisis ingresó “en una peligrosa nueva fase”, subrayó hoy el FMI. “La mala noticia es que la recuperación mundial está en peligro de estancarse”, dijo el economista jefe del FMI, Olivier Blanchard, en rueda de prensa en Washington.
El “epicentro” de este “peligro” reside en Europa, pero, subrayó, “el resto del mundo se está viendo cada vez más afectado”, como demuestran los datos globales de crecimiento. “Hay un peligro aún mayor y es que la crisis europea se intensifica, en este caso, el mundo podría verse sumergido en otra recesión”, alertó Blanchard.
Dentro de todo, agregó sin embargo, hay una “buena” noticia: si Europa adopta las medidas que tiene que tomar, todavía hay tiempo para evitar una nueva recesión. Pero estas medidas “tienen que ser tomadas y urgentemente”, subrayó porque, de lo contrario, “podemos esperar lo peor”.
En este sentido, el FMI ofrece una serie de consejos a la eurozona: En primera línea, reconstruir la confianza perdida. Para hacer frente a la crisis, las naciones deben favorecer el crecimiento, pero al mismo tiempo poner en orden sus finanzas estatales.
También se requiere mayor liquidez, señala el informe del organismo financiero internacional. “Una flexibilización adicional y actual por parte del BCE (Banco Central Eurupeo) será importante”, recomienda el FMI. Asimismo considera importante que realmente alcancen los medios puestos a disposición a través del Fondo Europeo de Estabilización Financiera (FEEF), vigente hasta mediados de año, y su sucesor permanente, el Mecanismo Europeo de Estabilización (MEDE).
La directora del Fondo, Christine Lagarde, había abogado el lunes por que los recursos no utilizados en el FEEF pasen a engrosar al MEDE. “Eso ayudaría sustancialmente”, analizó el FMI. El Fondo insta asimismo a nuevas inyecciones de capital para los bancos de la eurozona, también desde los fondos públicos. Pero, ante todo, Europa tiene que convencer a los mercados de que tiene un plan redondo para salir de la crisis. “Va en interés de la eurozona y del mundo implementar de forma urgente la estrategia integral (para la eurozona) que estabilice las expectativas de los mercados y haga que la confianza retorne a la zona euro”, afirmó el director del Departamento de Asuntos Financieros y Monetarios del FMI, el español José Viñals. Aunque admitió que los últimos meses la eurozona ha dado “pasos muy importantes” hacia ese plan integral, puntualizó que se necesita mucho más que eso: “Son piezas importantes, pero todavía necesitamos completar el puzzle”, declaró. “Para restaurar la confianza, los mercados necesitan una imagen muy clara de cuáles son las acciones y tener la seguridad de que éstas van a ser adoptadas muy pronto”, sostuvo. “Esta estrategia integral tiene que ser completada, tenemos que acabar el trabajo y el peligro es que cuanto más se tarde en completar el trabajo, las cosas podrían deteriorarse”, alertó.
Entre los países industrializados, se destaca la economía estadounidense, invariable con 1,8 por ciento de crecimiento en este año y 2,2 por ciento en el próximo.
Sin embargo, el FMI también dirige sus críticas hacia Washington: genera especial preocupación que la “parálisis política” pueda llevar a un final precipitado de las medidas en respaldo de la coyuntura.
El FMI tampoco desea ver a corto plazo recortes demasiado masivos del presupuesto, señaló.
Según el reporte, también se verán afectadas las economías emergentes y en desarrollo.
Los pronósticos apuntan a un 5,4 por ciento de crecimiento en este año y 5,9 el próximo, alrededor de respectivamente medio punto menos de lo inicialmente estimado.
Una revisión a la baja que también afecta a América Latina y el Caribe, región para la cual el FMI pronostica ahora un crecimiento de 3,6 por ciento este año (cuando en septiembre preveía 4 por ciento), que aumentará sólo de forma muy leve -3,9 por ciento- en 2013.