La Contraloría lleva adelante un examen especial sobre varias irregularidades detectadas en las importaciones de harina y urea, hechas por el BNF desde el 2008. La investigación es sobre la ejecución del contrato suscrito el 1 de abril del 2008 con la firma argentina Cargill Saci, para adquirir 39 000 toneladas de harina de trigo. Y los gastos ocasionados en las importaciones desde el 1 de agosto del 2008 y el 31 de diciembre del 2009.Así como la adjudicación del contrato, suscrito el 10 de junio del 2009, para la adquisición de 21 000 toneladas métricas de harina de trigo con la misma empresa. Además, se analiza la importación de urea de Venezuela.Las importaciones fueron una medida del Gobierno para paliar la subida de los precios de la harina y apoyar a los panificadores. Mientras el Régimen negociaba con Cargill, algunos panificadores propusieron que se buscaran alternativas en otros países como Chile, que tiene en sus silos grandes cantidades de trigo de distintas partes del mundo. Luego, algunos panificadores criticaron la baja calidad de la harina argentina que llegó.Preliminarmente se estableció que de las 39 000 toneladas de harina importadas a Cargill Saci, 1 868 se contaminaron (el perjuicio ascendió a USD 1,5 millones). Como compensación la firma pagó USD 1,4 millones, estableciéndose una supuesta diferencia de USD 163 197.A pesar de existir un supuesto incumplimiento del contrato, la cláusula 3 establecía el plazo de seis meses, contados a partir del primer embarque, para su ejecución; pero la primera entrega fue el 22 de febrero del 2008 y la última el 19 de abril del 2009.Adicionalmente, se determinó que se suscribió un contrato por USD 9, 5 millones para la adquisición de 21 000 toneladas más a Cargill Saci, que no se ejecutó porque la importación no era necesaria, según un informe del Ministerio de Coordinación de Desarrollo Social y del Ministerio de Industrias. Eso ocasionó el pago de USD 2 millones como indemnización a Cargill Saci.Según reportes del Ministerio de Agricultura y de la Corporación Aduanera, la empresa Sumesa importó harina de trigo a precios inferiores a los adquiridos por el BNF. Mientras la tonelada adquirida a Cargill costó USD 529,4, la importada por Sumesa desde México costó USD 462. Ambos embarques llegaron en abril del 2009. Además, se firmaron contratos directos por USD 2,6 millones con Citikold para importar urea desde Venezuela, a través de resoluciones de emergencia, sin análisis de precios. Este Diario pidió su versión a las autoridades del BNF, sin obtener respuesta.