La Ministra Coordinadora de la Producción anunció que el Consejo de Comercio Exterior decidió fijar un arancel mixto para textiles importados.
La medida establece una tasa de USD 5,50 por kilo neto más un 10% de arancel sobre el valor de la mercadería (ad valorem), que comenzará a regir apenas se publique en el Registro Oficial.
A pesar que hace dos semanas Javier Díaz, presidente de la Asociación de Industriales Textiles del Ecuador (Aite), no estaba de acuerdo con las medidas “proteccionistas”, ayer calificó de positiva la decisión anunciada por Cely.
“Yo no estaba de acuerdo con las salvaguardias por balanza de pagos a productos importados, que se impusieron en 2009, porque eran soluciones temporales. Lo que se planteó ahora es algo permanente y que va a beneficiar al gremio”.
Por su parte, Mario Manjarrés, director ejecutivo de la Asociación de Confeccionistas Textiles de Tungurahua y Chimborazo (Acontex), afirmó que los recargos arancelarios del año pasado les permitieron aumentar las ventas y el empleo.
De USD 7 690 000 que comercializaron en 2008, aumentó a USD 11 200 000 el año pasado. De igual forma, los puestos de trabajo se incrementaron de 300 hace dos años a 400 en 2009.
Cree que este año la situación del sector será aún mejor, porque además de la medida arancelaria el Gobierno aumentará el control del contrabando.
Para eso, la Corporación Aduanera Ecuatoriana (CAE) aplicará precios indicativos sobre telas y prendas de vestir con el fin de evitar la subfacturación (declarar costos por debajo del valor real de la mercadería).
Así mismo, el Servicio de Rentas Internas (SRI) aplicará un programa de control de facturas de compra y venta de ropa y textiles, así como también de documentos de importación de mercadería.
La verificación comenzará con fuerza en la frontera sur del país, ya que según el director del Servicio de Rentas Internas (SRI), Carlos Marx Carrasco, desde Piura (Perú) ingresa el contrabando al territorio ecuatoriano.
“Los productos, básicamente textiles, provienen de China y llegan a Panamá. De allí se transportan a esta ciudad peruana para luego pasar a Ecuador a través de la frontera. ”.
Explicó que los contrabandistas usan testaferros, los cuales tienen Registro Único del Contribuyente (RUC) y emiten facturas, muchas veces, con direcciones inexistentes. El SRI también detectó que la mayoría de la mercadería declarada tiene un valor menor a USD 4 000.
Díaz aseguró que el Gobierno comprendió que los controles no son suficientes para garantizar la tranquilidad del sector textil. “Por ello también aplicarán programas de asistencia técnica, capacitación, etc., para el impulso de la producción”.
Milton Altamirano, presidente de la fábrica de confección de ropa Impactex, aseguró que el sector en general resultará beneficiado, ya que una de las cosas que lograrán con esto es mejorar los productos que elaboran e incrementar las ventas.
Si bien los productores ecuatorianos sienten que resultarán favorecidos con las medidas, los importadores de estos productos no opinan lo mismo.
José Luis Iturralde, representante de Bugatti, almacén de prendas importadas, afirmó que el Gobierno al intentar proteger a un sector afecta a otro. “Con aranceles, la ropa sube de precio y la gente deja de comprar en los almacenes que importan prendas que, de hecho, también son empresas ecuatorianas”.
Para él, la fijación de aranceles y otras medidas destinadas a proteger la producción nacional lo que hará es que los fabricantes se vuelvan poco competitivos.
Varios consumidores consultados tampoco ven con buenos ojos la medida. Augusta Vela, quien compra telas importadas para confeccionar ropa, teme que el anuncio lleve a un incremento de los precios. “Hay casimires que pueden llegar a costar más de USD 15 el metro y no sé si ese valor podría subir ”.