El Ecuador nunca ha tenido un acuerdo económico con EE.UU., por lo que sus relaciones de negocios las ha sostenido bajo las normativas de la Organización Mundial de Comercio (OMC) y la Ley de Preferencias Arancelarias Andinas.
Sin embargo, desde que inició su vida republicana, el país ha concretado convenios en otros ámbitos entre los que está seguridad, antinarcóticos, etc. Según el director de Relaciones Bilaterales con América del Norte y Europa, Pablo Villagómez, históricamente el país ha tenido 370 convenios con EE.UU. y actualmente seis se hallan en vigencia.
En materia de comercio, hasta antes de 1992, no existía un marco legal para regular los negocios entre los dos países. Se compraba y vendía los productos y era factible que cada país impongan o suba los aranceles a las partidas.
En ese año, EE.UU. crea la Ley de Preferencias Arancelarias Andinas (Atpa), que permitía el acceso al mercado estadounidense de más de 6 900 partidas nacionales entre las que estaban flores, frutas, etc. En el 2002 se amplió el acceso a otros ítems como textiles, atún, madera… pero bajo el nombre de Ley de Preferencias Arancelarias Extendidas (Atpdea).
Este mecanismo funcionó bien hasta el 2006 cuando comenzó a renovarse, primero cada 12 meses, y luego cada seis, hasta que venció en febrero del 2011.
“Los productos que no se beneficiaban de esta normativa se enviaban bajo el esquema de nación más favorecida (NMF) y el Sistema General de Preferencias (SGP) o cero aranceles”, explicó Carol Chehab, analista del Observatorio de Comercio Exterior.
A la par, el país se protegía con las reglas de la OMC, establecidas para todos los miembros. Ecuador ingresó en 1996 y llevó a que otros mecanismos de fomento del comercio con EE.UU. queden en desuso, según explicó Espinosa.
Se trata del Consejo de Comercio e Inversiones (TIC, por sus siglas en inglés), que se creó en 1990 y que nació como un foro de discusión bilateral. Técnicamente se lo utilizó cuando se negoció el frustrado Tratado de Libre Comercio (TLC) con EE.UU. y se intentó revivirlo en el encuentro económico-político que se iba a realizar en junio de este año, pero que se suspendió tras la crisis diplomática de las dos naciones.
El país pudo concretar un acuerdo comercial con EE.UU. como parte de la iniciativa regional del Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA), pero el proceso se vio truncado por presiones internas. Mientras, el acuerdo de promoción de inversiones (1996), del cual se hizo poco uso, está a punto de ser denunciado y desaparecer.
Atpdea se acordó en una cancha de tenis
Tras el fin de la Guerra Fría, EE.UU. comenzó a enfrentar un nuevo conflicto que era la lucha contra el narcotráfico, principalmente en tres países andinos vinculados con la producción y el tráfico de drogas (Colombia, Perú y Bolivia).
Por ello, en 1991 creó un programa económico (Atpa) en el que, a cambio de la lucha contra el problema de drogas, se otorgaban preferencias para el ingreso de sus productos de exportación con cero aranceles. Ecuador se anexó a este un año después.
“El ingreso del país al programa fue anecdótico ya que los acercamientos entre ambos gobiernos se desarrollaron en medio de los partidos de tenis de los entonces presidentes Rodrigo Borja y George Bush”, comentó el experto Cristian Espinosa.
Un total de 6 900 partidas se beneficiaban de las preferencias, de las cuales, según un informe del Banco Central del 2002, únicamente 3 066 realmente se exportaban a EE.UU.
El mismo informe, con datos de la Comunidad Andina (CAN), detalla que para 1995 las ventas del país bajo el esquema eran de USD 147,8 millones, las cuales crecieron a 846 en el 2000, un año antes que termine el programa.
En diciembre del 2001, los andinos perdieron las preferencias. Estas fueron ampliadas por el Legislativo de EE.UU. en agosto del 2006, pero se excluyó del ingreso de nuevas partidas al Ecuador debido a un conflicto tributario entre las petroleras estadounidenses y el Servicio de Rentas Internas (SRI).
Pese a la situación, al poco tiempo se extendieron las preferencias al país e ingresaron 700 partidas entre las que estaban el petróleo, el atún, los textiles, etc.
Pero, la condición para contar con la Atpdea no era solo la lucha contra las drogas sino la protección de los derechos de propiedad intelectual y laborales, la eliminación del trabajo infantil, el cumplimiento de las normativas de la OMC, entre otros.
Hasta el 2006, el país contó normalmente con la Atpdea pero desde ese año hasta febrero pasado, cuando se vencieron, la situación fue irregular. Los datos de la Comisión Internacional de Comercio de EE.UU. revelan que entre enero y octubre del 2010 importó de Ecuador USD 3 467millones bajo el esquema.
TLC: dos años de diálogos sin resultados
El fracaso de un acuerdo comercial entre los países de la región con EE.UU. (Área de Libre Comercio de las América) llevó a que los andinos propongan a ese país la negociación de un tratado de libre comercio.
El Ecuador hizo formalmente la propuesta a inicios de octubre del 2003, durante el gobierno de Lucio Gutiérrez. El planteamiento tuvo acogida y en el 2004 se inició el proceso.
Se establecieron 19 mesas (entre las que estaban las áreas de propiedad intelectual, comercio, etc.) y un área especial para servicios transfronterizos. Ecuador, desde el inicio, impulsó sus planteamientos dentro de la mesa de accesos, que estaba entre las de mayor importancia.
Entre las primeras propuestas estuvo la liberación de aranceles en un plazo de 20 años de los productos provenientes de EE.UU. como lácteos, carnes y soya, con el objetivo de proteger a la producción nacional.
Sin embargo, hubo cierta reticencia de los estadounidenses para acogerse a los planteamientos hechos por el país, no solo en esa mesa sino en otras como propiedad intelectual y medidas fitosanitarias.
Hacia la quinta ronda había problemas: los diálogos en materia agrícola estaban estancados y el rechazo dentro del país, especialmente de organizaciones indígenas y campesinas, comenzaba a desbordarse.
Para marzo del 2006 se desata un paro indígena. Los manifestantes exigían la suspensión de forma inmediata de las negociaciones, ya que aseguraban que la producción nacional se afectaría e incluso que habría el ingreso de productos transgénicos.
Pese a ellos las negociaciones continuaron hasta el 2006 con grandes avances (solo faltaban resolver elementos puntuales dentro de los mesas agrícola y de propiedad intelectual) y a siete días de dar por terminadas las negociaciones se suspendieron.
Varios analistas creen que de haberse concretado el proceso hubiera sido imposible cumplir con la normativa dado que la Constitución de Montecristi contiene elementos que se contradicen con lo negociado. Pese a ello el gobierno de Correa señaló que buscaba un acuerdo de comercio con EE.UU., pero la idea quedó truncada por la crisis diplomática.