¿Qué tan profundo ha sido el impacto de la pandemia en la economía regional?
Muy profundo y esa ha sido una de nuestras principales preocupaciones, porque el 2020 terminó con las peores cifras de crecimiento en todo un siglo. La caída del PIB fue del 6,5%. Los países que dependen del turismo incluso vieron caídas de hasta 20% y eso se tradujo en una caída muy grande en los ingresos, en desempleo. Ese impacto le pega mucho más fuerte a las familias pobres. Muchas familias han tenido que vender sus bienes, usar los pocos ahorros que tenían y salir a trabajar, a pesar de las normas sanitarias en los momentos más duros de la pandemia. En algunos países hemos visto un aumento del hambre y la desnutrición. Eso es preocupante y no lo veíamos hace tiempo. La caída ha sido muy dramática y también nos preocupa que no es solo un golpe a la gente pobre y vulnerable, sino que también ha sido un golpe muy grande a la clase media.
¿Qué tan fuerte fue el golpe a la clase media?
Muy grande. Habíamos visto con mucha satisfacción un crecimiento gradual y paulatino por 20 años de la clase media y habíamos celebrado, hace cuatro años, que la clase media de la región se había convertido en la clase con mayor cantidad de personas, pero, lamentablemente las cifras que tenemos en los últimos 18 meses revelan que otra vez ha caído. Ahora la clase predominante es la vulnerable y mucha gente ha caído por debajo de la línea de pobreza. Esto es un motivo de grave preocupación, pero los tres últimos meses empezamos a ver una recuperación en la mayoría de países ayudados por los precios de los productos básicos o ‘commodities’, sobre todo los de exportación. Esto está acompañado del rebote importante y fuerte de la economía norteamericana y china, son los dos grandes motores que se han prendido. Esto, afortunadamente, genera una situación positiva a los países de la región.
¿El impulso de Estados Unidos y China será permanente?
Lo vemos como un repunte permanente en ambos países. En China, liderado por el éxito temprano de acabar con el virus con medidas drásticas, más vinculadas a restricciones en la llegada de viajeros. En Estados Unidos tiene más que ver con la vacunación. Veo con optimismo que será un año un poco mejor. Llevábamos años malos, antes del covid, de crecimiento bajo y con un estancamiento en las cifras sociales y de desigualdad. Esperamos que los países aprovechen esta oportunidad para tomar medidas, hacer reformas enérgicas que faciliten un resurgimiento de la economía más inclusiva y sostenible, en lo ambiental.
¿A qué enfocar esas reformas?
Los países que salen adelante son aquellos que tienen una visión de mediano y largo plazo, una cierta estabilidad en lo macroeconómico y en las políticas, una deuda manejable, un gasto público e inversiones públicas eficientes. Son lecciones que los países han venido aplicando, pero hay nuevas cosas.
¿Como cuáles?
La primera, a corto plazo, es el plan de vacunas; es importante mejorar los sistemas de salud y sobre todo de prevención y de respuesta ante este tipo de pandemias. Otro tema de mediano y largo plazo, y que antes no lo habíamos visto tan claro, es el digital. En la pandemia se volvió muy evidente que quienes tienen acceso al Internet, al trabajo o educación en línea, a la telemedicina tienen ventajas, pero en América Latina solo casi la mitad de la población tiene acceso al Internet y ahí vemos las desigualdades. Otro tema es el educativo, sobre el cual sacamos un estudio un poco dramático hace un par de meses, que señala que se ha perdido más de un año y medio en la mayoría de países en educación. Los que han podido mantenerse en algún sistema de educación en línea son las personas de mayores ingresos. Por eso, es fundamental recuperar lo perdido e ir reabriendo las escuelas con todos los protocolos. Será importante invertir en planes para que los niños recuperen el tiempo perdido. Es una pérdida de capital humano que, si no se compensa, tendrá impacto por el resto de sus vidas.
A finales del 2020 se anticipaba que la post pandemia iba a ser incierta, desigual y a diferentes ritmos en los países. ¿Se está viendo ya esto?
Vamos a ver muchos ritmos en la región, aunque lamentable creo que es reproducible lo que hemos visto en años anteriores. Hay países que se han movido para facilitar la inversión y crear empleos; hay otros que no. Son tasas de crecimiento dispares en la región y lo vamos a seguir viendo. Hay que moverse rápido para revertir el progreso perdido, sobre todo en el aumento de la pobreza y la desigualdad.
En esta nueva etapa, ¿cuál es el apoyo que está brindando el Banco?
Hemos tenido un año (de julio del 2020 a junio del 2021) de apoyo financiero alto a la región con préstamos por encima de los USD 10 000 millones, que es la cifra más alta que se ha registrado desde el 2008. Básicamente en dos grandes áreas: amortiguamiento del impacto social de la pandemia (programas de protección social, bonos, nutrición) y apoyo a los países que están haciendo reformas para que la recuperación sea más sostenida a mediano y largo plazo. Ecuador es uno de ellos, donde hemos estado financiando, en los tres últimos años, de manera importante, proyectos en particular como el proceso de reformas que nos ha parecido muy positivo. Esperamos que con el presidente Lasso siga.
¿Cuál es la agenda de su visita a Ecuador este jueves y viernes?
Ecuador será el primer país que visito desde que soy Vicepresidente. Lo he escogido porque es un país importante para nosotros. Hay un nuevo Gobierno y queremos dialogar mucho con el Jefe de Estado y su equipo, para ver cómo podemos seguir apoyando. Estoy muy esperanzado de que vamos a poder seguir apoyando en esta fase de recuperación.
¿La ayuda estará atada al acuerdo con el FMI?
No lo he hablado a detalle. Hemos venido financiando a países sin o con acuerdos con el FMI. Hablaremos con el Gobierno de Lasso. Queremos apoyar reformas positivas para los ecuatorianos en las líneas que trabaja el Banco.
¿Hay desembolsos pendientes?
Por el momento es prematuro, primero debemos dialogar.
Hoja de vida
Carlos Jaramillo tiene un doctorado en Economía del Desarrollo de la Universidad de Stanford. Se ha desempeñado en varios cargos en el Banco Mundial. Exministro de Finanzas de Colombia.