El presidente del Directorio del Banco Central, Pedro Delgado, anunció que la aplicación de la billetera móvil arrancará, “de manera inmediata, en los próximos días, pero como un plan piloto”.
“El pasado lunes mantuvimos una reunión de trabajo, incluso con las instituciones con las que se va a hacer el plan piloto y se iniciará esto de manera inmediata. Estamos en la fase de prueba”.
Según Delgado, las entidades que participarán en esta primera etapa serán las cooperativas. “Básicamente se tratará de potenciar una red nacional a través de la cual la gente utilice este aparatito (el celular) para realizar transacciones de forma electrónica”.
Es decir, en un primer momento las autoridades esperan familiarizar a las personas con el uso del celular para las transacciones, en zonas donde esta práctica no es habitual, principalmente rurales, ya que en las urbanas su utilización poco a poco ha ganado terreno (pago de servicios, transferencias, consultas bancarias…).
Según el Instituto Nacional de Economía Popular y Solidaria (IEPS), existen 6 684 cooperativas inscritas en el Ecuador, repartidas en cuatro grupos: 1 173 en crédito, 1 606 en consumo, 1 388 en producción y 2 517 en servicios. Están en todo el país, aunque su presencia es más notoria en la Sierra, donde está asentado el 60,74% de las cooperativas nacionales. En la Costa se encuentra el 32,42%, el 6,36% en la Amazonía y el resto en la región Insular.
De toda esta cantidad de cooperativas existentes, solo 40 son controladas por la Superintendencia de Bancos. A este grupo pertenecen 2,5 millones de socios que registraron USD 2 328 millones en depósitos durante el año pasado.
Una segunda etapa del proyecto de billetera móvil involucrará a operadoras, negocios e instituciones financieras. El proceso funcionará de tal manera que un cliente podrá pagar la cuenta de una cena desde su teléfono.
Para ello, el Banco Central, cuya plataforma se encuentra lista para operar, será el eje que concentre las transacciones. Es decir, bancos, mutualistas, cooperativas, operadoras celulares y negocios confluirán en dicha plataforma para debitar y asignar el dinero virtual en los celulares.
¿El sistema será seguro? Pablo Zambrano, ingeniero en Telecomunicaciones, explica que la entidad que regule el sistema deberá asegurar las transacciones.
“Al tratarse de dinero virtual, que se registra en las cuentas, sería improbable que existan fraudes. Aunque, claro está, al igual que las actuales transacciones por Internet, las personas deberán tener cuidado si les llega un mensaje de que entreguen claves o datos personales”.
Adicionalmente, el profesional señala que en caso de robo del teléfono, el delincuente no podrá utilizar el dinero, ya que para mover los saldos existentes en la billetera móvil deberá conocer el código de seguridad del dueño.
En una tercera etapa, ya cuando el sistema esté concluido, el objetivo será que incluso los pagos de taxis y buses pudieran realizarse con dinero existente en la billetera móvil. Diego Borja, ex presidente del Directorio del Central, afirma que este esquema funcionará mientras más locales y comercios se inscriban en el circuito (tiendas, boticas, taxis, buses, empresas, restaurantes, quioscos, etc.). “Los comercios que no entren en el circuito perderían la oportunidad de hacer negocios, ya que este esquema es más ágil que los pagos vía tarjetas de crédito”.
Una idea práctica de la operatividad
El usuario llega a un restaurante con su celular de la operadora X y transfiere el valor del consumo al dueño del local que tiene un celular de la operadora Y. Esa transacción pasa por la plataforma del Banco Central y se la registra.
Este proceso se da a través mensajes de texto (SMS). Este tipo de mensajes deberá ser regulado y tendrá una diferenciación con los mensajes SMS tradicionales y aplicado únicamente para las operaciones de billetera móvil.
El cliente tendrá una especie de código de seguridad para realizar estas transacciones, similar a las que utiliza con las tarjetas de débito. Ese código es la billetera virtual, donde se realizarán los depósitos y los débitos.
El precio de las transacciones todavía no se define, aunque dependerá de la cantidad de clientes que vayan insertándose dentro del esquema.
Es decir, mientras más usuarios utilicen la billetera móvil menores serán las tarifas.
En la práctica, las personas pueden comprar en quiscos el dinero virtual. Entregan, por ejemplo, USD 10 y reciben igual cantidad de dinero virtual en su celular, similar a la compra de minutos, sean básicos o ‘smarthphones’.
Otra opción es la solicitud al banco para la transferencia de fondos al celular. Eso se lo haría a través de mensaje de texto e involucraría un costo de transacción, por definirse. Allí, también se necesita que la persona tenga una cuenta.