El lento crecimiento esperado para las economías de América Latina este año puede afectar el ritmo del progreso social que en la última década sacó de la pobreza a millones de personas en la región, estimó el Banco Mundial.
El jefe del Banco Mundial para la región, el ecuatoriano Augusto de la Torre, expresó preocupación por el estancamiento del progreso y no espera una reversión de las mejoras sociales alcanzadas.
América Latina ha disfrutado durante la última década de tasas de crecimiento cercanas a 5%, en promedio. Sin embargo, en el 2013 se desaceleró a 2,7% y este año el Fondo Monetario Internacional (FMI) espera que caiga a 2,5%. El Banco Mundial, aún más cauto, prevé un crecimiento de 2,3%.
De la Torre se refirió al frenazo en el ritmo de progreso social que puede ser una fuente importante de tensiones sociales y políticas y que puede llevar a los líderes políticos a manejar mal la economía.
Millones de personas alcanzaron la clase media en los países de América Latina pero las expectativas de la población no han sido siempre satisfechas en cuanto a la calidad de los servicios públicos, a la educación o a la seguridad.
Según el funcionario del organismo, el cuadro de bajo crecimiento hará aún más difícil a los gobiernos cubrir esas demandas en el corto plazo y puede ser un caldo de cultivo para políticas populistas, que en el pasado probaron ser insostenibles. “Cuando surgen presiones sociales nuevas, a veces los líderes políticos se olvidan de la macroeconomía y hacen políticas que tienden a ser más populistas y en el proceso debilitan la capacidad estabilizadora de la economía”, dijo De la Torre en una rueda de prensa al margen de las reuniones de primavera boreal del Banco y el FMI que se realizan en Washington esta semana.
Las declaraciones de De la Torre se sostienen en un estudio publicado ayer por el Banco Mundial que destaca que el crecimiento en los países emergentes experimenta una desaceleración generalizada de tres puntos porcentuales en comparación con los niveles tras la crisis del 2008 y 2009.
Además, y dado el actual contexto global, el crecimiento en la región afronta riesgos adicionales a la baja. “Aunque no estamos en el medio de la tormenta, están acumulándose nubes negras en el horizonte”, apunta el informe titulado ¿La financiación externa de América Latina causa de zozobra? El estudio llama la atención, con todo, sobre la “heterogeneidad” de la región, donde conviven situaciones como la de Venezuela, donde se espera una contracción del 1%, con la de Panamá, que se espera crezca un 7% o Perú, que se prevé repunte este año un 5,5%.
Chile y Colombia también siguen superando la media regional, con crecimientos esperados por encima del 3,5%.
Mientras tanto, México y Brasil, las dos mayores economías regionales, afrontan escenarios distintos. En México, se espera un repunte de alrededor del 3%, alimentado por las reformas económicas en el país, mientras que en Brasil el consenso apunta a un crecimiento del 2% o algo inferior.