El ahorro de los clientes creció un 14% en el último año y llegó a USD 37 703 millones. Foto: Julio Estrella / EL COMERCIO
Uno de los fenómenos económicos derivados del covid-19 es el aumento de los depósitos bancarios. En marzo, los depósitos sumaron USD 37 703 millones; esto es, 14% más que en igual mes del 2020. Se trata de un nivel de aumento que no se veía en casi cuatro años.
Esos USD 4 683 millones adicionales en las cuentas de los clientes se explican en parte por la incertidumbre de no saber cuándo terminará la pandemia. Así lo cree Marina Utreras, una abogada de 43 años, casada y con dos niños.
La cuentaahorrista relata que desde que comenzó la pandemia, en marzo del 2020, su consumo por gasolina, ropa, cine, entretenimiento y comidas fuera de casa se redujo.
Utreras abrió una cuenta de ahorro familiar. “No es momento de gastar, sino de ser prudentes; no es hora de endeudarse ni de correr riesgos”.
Esa misma visión comparte María Belén Gutiérrez. Ella tiene 26 años y es relacionista pública. Con la llegada del coronavirus decidió volver a casa de sus padres. Y destinó los USD 350 al mes que pagaba por arriendo al ahorro. “Dejé de salir de fiesta, en cada salida gastaba unos USD 50. Dejé de usar taxis, y ya no como afuera, esos son otros 100 más”.
Esta joven reconoce que es la primera vez en su vida que se dedica a ahorrar. “Mi padre me dice que me compre un departamento. Pero yo creo que si me enfermo o si pasa algo tengo dinero con qué responder; o si me quedo sin trabajo, también podré sobrevivir”.
Más allá de todo lo bueno que supone la cultura del ahorro, quienes guardan su dinero están recibiendo una rentabilidad más baja debido a ese incremento de liquidez.
Por ejemplo, la tasa de interés para depósitos de corto plazo, de 30 a 60 días, pasó de 5,7% en agosto del 2020 a 4,4% a marzo de este año.
José Ricaurte, vicepresidente de Banca Minorista de Produbanco, dice que el exceso de liquidez en los bancos es un fenómeno “casi tan grave como la falta de liquidez”. El directivo explica que cuando la banca tiene exceso de dinero y no tiene a quién prestar, porque por ejemplo un cliente pospone su decisión de comprar una casa, los bancos no colocan esos fondos y pierden dinero.
Para marzo, el índice de liquidez bancaria, que se refiere a la relación entre los fondos disponibles y el total de depósitos a corto plazo fue de 30,4%; 6,3 % más que en el mismo mes del año anterior.
En cambio, los créditos experimentaron una caída del -0,4% entre marzo de este año e igual mes del 2020 y se ubicaron en USD 29 916 millones.
Para el cliente Fernando Rosales, de 31 años, “el no saber qué pasará con esta pandemia y con el siguiente gobierno” le obliga a ahorrar. El año pasado su hermano fue despedido con una “liquidación miserable”, debido a que la empresa que trabajaba se amparó en la Ley Humanitaria.
Meses después se enfermó de covid y no tuvo ahorros para pagar los gastos, que fueron asumidos por su familia.
“No creo que sea tiempo de gastar, pues no sabes si te puedes enfermar o te van a despedir”, dijo y contó que decidió con su esposa que durante dos años no irían de vacaciones fuera del país y tampoco comprarían un nuevo auto. Ese dinero irá a una cuenta bancaria.
La Asociación de Bancos Privados del Ecuador ha explicado que el aumento del ahorro en épocas de crisis es un comportamiento normal siempre y cuando se mantenga la confianza en la banca. “Si las condiciones económicas y políticas permiten generar confianza y bajar el riesgo, la liquidez podría traducirse en una recuperación del crédito en el 2021”, proyectó el gremio en diciembre pasado.
Ricaurte cuenta que en el caso de su banco se crearon nuevos productos para responder a esa necesidad de ahorro. Se ofrecen cuentas a corto, mediano y largo plazos como a cinco años, por ejemplo. Hay otras opciones destinadas a menores de 12 años y adolescentes, en donde se acompaña de información financiera para que los menores conozcan sobre finanzas personales.
“Y hemos trabajado para facilitar préstamos a las empresas que están tratando de reactivar la economía. Tenemos créditos a corto plazo para capital de trabajo y a largo plazo”.
Para José Vásconez, analista económico, el sistema financiero, que ahora goza de liquidez, debe colocar créditos más baratos, en especial para pequeños empresarios, para consumir, viajar por el país, comprar más en la tienda, en la farmacia, en el local de ropa.
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