Para facilitar la entrada y salida de bienes de la Aduana de Guayaquil, la Corporación Aduanera Ecuatoriana (CAE) redujo los aforos físicos (revisión de la mercadería en los patios). Actualmente por cada 100 trámites aduaneros se revisan 44, antes eran 70. Eso significa que la mercadería que llega al puerto se despacha en seis días y ya no en más de 15 días.
Adicionalmente, se realiza el control en las bodegas o locales a donde llega los productos (destino final) y se entrega los documentos para el pago de impuestos antes de que arriben al puerto. Estos cambios han permitido que, en junio pasado, las recaudaciones asciendan a USD 1 463,4 millones, un 30% más que lo registrado, en el mismo período del 2009.Fabián Soriano, gerente distrital de la Aduana, sostuvo que ahora hay aforos automáticos y despachos anticipados, antes de que la mercadería llegue al puerto. “El objetivo es que ni bien llegue la carga a los patios sea retirada inmediatamente. Con eso también se reducen los gastos al importador, ya que no va a pagar más por mantener su mercadería en la naviera ni en los almacenes”.
Según los registros de la CAE, el 40% de la mercadería que llega a la Aduana sale el mismo día que presenta los documentos. Además el 12% se retira de los patios aduaneros con aforos automáticos o despachos anticipados.
Los agentes se encargan de revisar el contenido de las cargas con los documentos que presentan.
Ahí se comparan las partidas arancelarias, los requisitos de calidad, registros sanitarios y los valores declarados.
Soriano dijo que, ahora, los importadores tienen un mejor servicio siempre y cuando cumplan con los requisitos. “Se facilita pero también se controla. Si alguien no lo hace será sancionado y ya no podrá tener facilidades”.
La CAE apuesta al control posterior y a la verificación de datos de las empresas importadoras con el Servicio de Rentas Internas y el Consejo de Calidad.
Santiago León, presidente de la CAE, dijo que el control posterior y la vigilancia aduanera en las fronteras ayudaron a mejorar las recaudaciones y a facilitar el comercio.
“Trabajamos en conjunto con el SRI y con las Fuerzas Armadas. Con el proyecto de Ley de Aduana se mejorarán los controles y habrá sanciones para los que evaden el pago de impuestos”.
Se tiene previsto invertir USD 4 millones para adquirir barcos y cuatro lanchas para los controles en el mar. También se propuso que la CAE se cambie de nombre por Servicio Nacional de Aduanas del Ecuador y su presupuesto se financie con el Estado.
Con la propuesta de la nueva Ley de Aduanas, la institución ya no alimentará sus ingresos con el 3% de las recaudaciones por aranceles. El dinero vendrá del Presupuesto General del Estado (PGE). Eso genera críticas porque se perderá la autonomía presupuestaria de la entidad. León cree que depender de recursos directos del Estado es más seguro.
También explicó que por una política de comercio exterior, los aranceles han ido disminuyendo por los acuerdos comerciales con otros países, a pesar de que las recaudaciones aumentan. “Ningún presupuesto que recibe la Aduana y que depende de lo que recauda es el adecuado”.
Los ingresos de la Aduana llegan a los 30 millones anuales, pero con el PGE ese fondo será superior, manifestó León.
Para el agente de Aduana, Roberto Calderón, las observaciones a la nueva Ley deben tener más debate cuando se refiere a los procedimientos, que estarán plasmados en el reglamento.
“Lo que debemos hacer es inmiscuirnos en el reglamento a esta Ley, porque sabemos cuáles son las trabas, las dificultades que existen, porque aún hay discrecionalidad”. Calderón destacó la agilidad en el trámite de desaduanización. “Son más rápidos”.