Desde ayer, 200 trabajadores son dueños del 10% del paquete accionario de la empresa Cemento Chimborazo.
Las acciones fueron adquiridas a través de un fidecomiso suscrito entre los obreros y los representantes de la fábrica. La Corporación Financiera Nacional administrará los USD 6,5 millones que costó la transacción. Para cubrir este monto, los empleados recibieron un crédito de la Empresa Nacional Pública Cementera.
La deuda será cancelada con las utilidades que genere anualmente su paquete accionario. El plazo para pagar es de 10 años con dos de gracia y una tasa anual del 5%.
Ayer a las 12:00, la ministra de Industrias y Competitividad, Verónica Sión, entregó el convenio de fidecomiso a los empleados. Con ello se concretó la venta de este paquete accionario.
El traspaso se realizó durante la inauguración de la planta de prefabricados de hormigón (ver recuadro). Juan Balseca, representante de los trabajadores a la junta del fideicomiso, explicó que cada trabajador adeuda USD 30 000. En la compra del paquete accionario participó el 98% de los colaboradores de la empresa. “Ellos tienen más de dos años trabajando, que es uno de los requisitos para ser parte del fidecomiso. Una vez que cumplan con este requerimiento todos pueden ser parte”, reseñó Balseca.
Y añadió que en la Junta de Accionistas, la Fiduciaria será la representante de los trabajadores dentro del Directorio hasta que cancelen el crédito, puesto que el Ministerio de Industrias y Competitividad mantiene el 51% de las acciones y el fidecomiso de las comunidades indígenas comprará el 36% restante.
Para Balseca, la inversión es buena porque hay planes de crecimiento en la cementera. Eso lo confirmó Danilo Moreno, gerente de la empresa Cemento Chimborazo. Según él, en este año se realizará una nueva revalorización de la empresa que se calcula subió de USD 62 a USD 80 millones por las últimas inversiones.
La planta para fabricar los durmientes ya está lista
Este año, la Cemento Chimborazo fabricará 265 000 durmientes de hormigón pretensado para rehabilitar la vía férrea. Ayer, a las 13:00, fue inaugurada la moderna planta ubicada en San Juan, 6 kilómetros al sur de Riobamba. Costó USD 15 millones.
En el evento participó la ministra de Industrias, Verónica Sión; el gerente general de Ferrocarriles Ecuatorianos, Jorge Carrera, entre otros funcionarios.
El equipamiento estuvo a cargo del Consorcio Italo-Ecuatoriano Wech Group. Este fue contratado por la cementera para la instalación de los equipos para la fabricación de los durmientes por un valor de USD 9,5 millones.
Danilo Moreno, gerente de la cementera, explicó que el dinero provino de los USD 17 millones de utilidades generadas durante los últimos años.
En la nueva planta se fabricarán 300 000 durmientes por año y se venderán a los Ferrocarriles Ecuatorianos Empresa Pública para la rehabilitación del tramo Riobamba-Latacunga.
Además, se prevé una inversión de USD 4 millones para ampliar la producción de la fábrica. Está previsto construir vigas para puentes y vivienda de tipo social.