A quienes se han dedicado a escuchar las entrevistas del alcalde Jaime Nebot, en las últimas semanas, no debió sorprenderles su efusivo discurso de ayer.
Ante la multitudinaria concentración, que se extendió por varias cuadras de la avenida 9 de Octubre, el principal líder de Guayaquil ensayó las mismas frases con las cuales ha justificado la convocatoria a esta, la segunda marcha en contra del presidente Rafael Correa.
Su llamado, como lo ha sostenido en los últimos días, no fue solo por la reducción de las rentas, en USD 17 millones, que reclama para su ciudad. Nebot habló de luchar por “la libertad y el éxito del Ecuador, porque no queremos un fracaso a la venezolana”.
Es decir, Nebot pasó de un discurso local, y de reivindicaciones para su Cabildo, hacia uno enfocado a los problemas nacionales, donde incluyó temas como la crisis eléctrica, el control a la prensa a través de la Ley de Comunicación y la relaciones diplomáticas de Correa con países como Cuba, Venezuela, Irán…
Este replanteamiento discursivo ha despertado, otra vez, la pregunta que siempre se teje en torno a Nebot: ¿Se está perfilando como un líder nacional y de oposición? El Alcalde ha dicho que no.
Ni esta interrogante ni su tajante respuesta esconden novedades. Basta con revisar las crónicas del 25 de enero de 2008. Allí, los diarios que cubrieron la primera marcha contra el Gobierno pincelaron a Nebot como un candidato presidencial en potencia, para las elecciones de 2009. Aquello no sucedió.
La protesta de ayer también repitió la iconografía de la anterior y de la de 2005, montada en contra de Lucio Gutiérrez: una tarima colocada en el Malecón 2000, gente que se tomó más de 25 cuadras de la 9 de Octubre, miles de banderas celestes y un discurso de exaltación al civismo y al valor guayaquileños… También hubo banderas de color amarillo, azul y rojo.
Como en ocasiones pasadas, Nebot llegó en hombros y se presentó solo. Tras 45 minutos de una intervención con frases duras contra el abandono del centralismo y el mal manejo gubernamental, dejó la tarima que bullía en vivas. Su liderazgo como Alcalde volvió a demostrarse.
Pese a esta cadena de similitudes, ¿hay elementos que permiten suponer que esta marcha será un parte aguas ?
Los meses de desgaste que han golpeado al Gobierno pudieran marcar la diferencia. Nebot señaló ayer que se puede “luchar contra esta dictadura pero sin acabar con el Presidente”.
El asambleísta César Montúfar dijo en una entrevista en Ecuavisa que luego de esta marcha de ayer, la oposición podría reinventarse, pues aún luce desarticulada en las otras provincias. Su movimiento, Concertación Democrática Nacional, propone una caminata de un mes que saldrá de Guayaquil el sábado 20 y llegará a Quito.
Son iniciativas aisladas que Nebot evalúa con la frialdad de su olfato político. En su mente -así lo aseguró a este Diario- no está el tejer alianzas a escala nacional.
Sabe que hoy tiene pocos alcaldes aliados para defender el municipalismo que proponía hace seis años. Por lo pronto, ayer relanzó la idea de la autonomía como el modelo que Guayaquil requiere para seguir “con su desarrollo hacia el futuro”.