Naranjal, cantón de la provincia del Guayas, vive una historia inédita, luego de un juez ordenara embargar y rematar el 55% de sus terrenos.
El proceso legal determinó la apropiación de 1 246 hectáreas de esa localidad. Según el Municipio local, de ese total unas 496 hectáreas pertenecen al área urbana, cuya superficie total es de 827 hectáreas.
El caso surgió luego de que un juez del cantón El Empalme ordenara el embargo y el remate de un predio rural que fue dado en prenda por una deuda, sin percatarse que el lugar era toda la zona oeste de la cabecera cantonal de Naranjal.
El sector urbano involucrado en el pleito abarca 6 063 predios urbanos -donde viven 20 000 habitantes- y 42 bienes públicos, cuyo avalúo catastral total suma USD 113 229 671. La resolución judicial fija como fecha para el remate el 21 de septiembre, por un monto cercano a los USD 5 millones.
El caso tomó por sorpresa a varios habitantes, que calificaron el hecho como “inaudito”. La vía Panamericana divide al cantón; a su lado derecho –en el sentido Machala-Guayaquil– está el sector afectado, conocido como Playa Seca.
La actividad comercial se efectuó con normalidad, ayer. Pero, los propietarios dijeron sentirse preocupados. Muchos de los consultados se enteraron del proceso por una hoja que, el fin de semana anterior, les fue dejada debajo de sus puertas. “Se les deja saber a los moradores del sector denominado Playa Seca que el predio se encuentra embargado, con fecha 29 de marzo del 2016 e inscrito en el Registro de la Propiedad del cantón Naranjal”, reza una de las hojas.
En un local de ropa, María Romero afirmó que no se puede desalojar a quienes han vivido durante décadas allí. Cree que las autoridades deben esclarecer el caso, porque no pueden existir dos dueños de los mismos terrenos.
“Yo he vivido 30 años aquí, y tengo escrituras y pago impuestos en el Municipio, no sé de dónde sale esa historia de que medio Naranjal es de una familia”. Con ella coincidió Dannes Coronel, del barrio Coronel 2. “Mis padres llegaron a este sitio hace 50 años, no es justo que se pretenda quitarles el esfuerzo de toda su vida. No nos vamos a mover”.
El alcalde de Naranjal, Marcos Chica, sentado en su despacho y junto a varios abogados, cuenta que ya se notificó al registrador de la Propiedad, Carlos Aguirre, para que anule la inscripción de la resolución del juez en esa institución.
“Estamos trabajando para evitar que este embargo surta efecto, todo está viciado de nulidad. Por ahora, el Concejo Cantonal resolvió pedirle al Registrador que declare nulo el embargo, basado en los artículos 50, 51, 52 y 53 de la Ley de Datos Públicos, que permiten aquello por ser un acto contra derecho”.
El juez fue suspendido
El Consejo de la Judicatura suspendió ayer por 90 días al juez Ángel Cojitambo, de la Unidad Multicompetente Penal de El Empalme, quien ordenó el embargo. Según el Consejo, “el juez habría incurrido en actuaciones contrarias al ordenamiento jurídico vigente dentro del juicio signado con el número 09272-2014-0236”.
El Alcalde explicó que el embargo fue a favor de Héctor Malta, quien demandó a Ramón Mendoza y Carmita Mena, por un préstamo de USD 2,5 millones. Mendoza y Mena habrían dejado como garantía unas escrituras adquiridas en el 2004. Esas escrituras serían el título de propiedad de un territorio que data de 1895 y que antes era una hacienda cacaotera. Abarca un área entre los ríos Chacayacu y Bucay, desde la carretera Panamericana, hasta la Hacienda Río Blanco.
“En el área hay calles, parques, canchas, unidades educativas, iglesias, hospital y sobre todo terrenos y viviendas de centenares de familias, que en su mayoría han adquirido estos bienes, con el esfuerzo de años de trabajo”, dijo Chica.
El procurador síndico del cantón, Felipe Dau Ochoa, detalló que el origen del caso se remonta a 1994, con una carta de compraventa de derechos y acciones de sitio y que son registrados en el 2003 en Naranjal. “Pese a que el Registrador se opuso en ese entonces, se vio obligado a hacerlo por una resolución que data de septiembre de 1895”.
Media ciudad de naranjal fue puesta a remate
1895 – 1960
En 1895, las 1 246 hectáreas donde ahora está el cantón Naranjal fueron adquiridas por la familia Ordóñez Malta. En la década de los sesenta, Naranjal fue fundado y se independizó de Guayaquil.
1994
Surge una escritura de contrato de compraventa de derechos y acciones de sitio de un predio rústico que se encuentra ubicado en la parroquia y en el cantón Naranjal. Así lo indica un certificado registral.
2004
Se inscribieron los derechos de posesión en el Registro de la Propiedad, el 12 de marzo de ese año, a través de una escritura de posesión otorgada en la Notaría Segunda de Milagro.