Los incendios forestales en California alcanzaron niveles devastadores, impulsados por los llamados vientos de Santa Ana, o “vientos del Diablo”. Este fenómeno climático, caracterizado por ráfagas extremadamente secas y fuertes, sopla desde las zonas desérticas de la Gran Cuenca hacia el sur de California, alcanzando velocidades comparables a las de un huracán.
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¿Qué son los ‘vientos del Diablo’?
Los vientos de Santa Ana se producen generalmente en invierno, aunque pueden manifestarse en cualquier momento cuando un sistema de alta presión desplaza aire seco desde la Gran Cuenca, particularmente desde Nevada y Utah. Este aire desciende hacia las áreas costeras, aumentando su velocidad al pasar por estrechos pasos de montaña, detalla Univisión.
Un informe de Univisión señala que estas ráfagas pueden registrarse entre 10 y 25 veces al año, con una duración de tres a 10 días por episodio. Además de secar la vegetación, dificultan las tareas de los bomberos, quienes enfrentan llamas avivadas por vientos de hasta 100 millas por hora.
Vientos que agravan los incendios devastadores
Los vientos de Santa Ana, también conocidos como catabáticos, incluso de más de 150 kilómetros por hora y que han agravado los incendios devastadores estos días en Los Ángeles son corrientes de aire recalentado que soplan desde el interior del continente hacia la costa de California contribuyendo a expandir el fuego sin control.
Normalmente este tipo de vientos allí, no inusuales, aunque en esta en ocasión especialmente intensos, provocan que “las temperaturas suban y la humedad se desplome“, y pese a que suelen durar en torno a dos días, a veces persisten hasta una semana, explicó a la agencia Efe Samuel Biener, del portal meteorológico español Meteored.
Aunque con otras dimensiones, “vendrían a ser el equivalente, por ejemplo en la península al viento sur en el Cantábrico o los ponientes en el Mediterráneo”, añadió el experto.
Lo que pasó en esta ocasión es que este episodio de viento de Santa Ana, que se llama así por un cañón en el interior de California coincidió con un momento de sequía allí “muy importante”, dijo el experto a la agencia Efe.